88.- Renacimiento

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En el fútbol, la mayoría de las lesiones se dan en los partidos masculinos, sin embargo, en partidos femeniles, aunque son pocos, suelen ser peores.

Chigiri lo determinó al instante mientras lo veía a través de la pantalla.  El ligamento cruzado anterior de Grace se había roto antes de alcanzarte por exceder sus límites al reaccionar de forma abrupta al feroz llamado de su capitana, doblando por completo su pierna y derrumbándose dolorosamente contra el suelo.

Cientos de espectadores se pararon de sus asientos en presencia del accidente que ocurrió de un segundo a otro.

Reyne se detuvo abruptamente al igual que Ness. Ambos dudaron por un segundo si seguir adelante. Por otra parte, el balón quedó en tu dominio al instante y la portería contraría estaba cerca.

Milly se había distraído por un segundo al ver la torcedura descomunal de su compañera, acompañada del grito agonizante. Tenías el camino libre y todas las condiciones para anotar un tiro directo en menos de un segundo.


Y pateaste la pelota fuera del área.


—¡EL BALÓN HA SALIDO DEL CAMPO! ¡¿QUÉ ESTÁ HACIENDO ARY ZIAN?! 

—¿Ary? —susurró Reyne en medio del shock al verte correr hacia Grace.

—¡¡¡Aaaaaaaah!!! —El desgarrador sonido de la chica abrumaba a los demás jugadores. La atención médica estaba tardando en hacer acto de presencia, pero el partido ya había sido pausado.

—¡¡Grace!! ¡¡Grace!!! Calma, calma, te ayudaré. —dijiste mientras te quitabas los largos guantes y los usabas para atarlos alrededor de su pierna.— Ya vienen los paramédicos, aguanta.

—Zian, ¿qué haces? —preguntó Ness al verte manipulando la lesión delicadamente.

—Primeros auxilios. Hay que acomodar su pierna. —respondiste metiendo en su boca parte del otro guante— Muerde esto.

La chica apenas tuvo tiempo para reaccionar cuando su rodilla ya estaba nuevamente en su lugar con el rápido movimiento de tus manos, lo cuál le trajo otra ola de dolor en menor medida.

—¡¡¡Hmmmm!!! —Lágrimas salían de sus ojos mientras ahogaba aquél grito. Los paramédicos se aproximaban a toda velocidad con una camilla y un botiquín de primeros auxilios.

Los presentadores dijeron que el partido se reanudaría después de unos anuncios de parte de la asociación de fútbol, con lo cuál, sólo las transmisiones en vivo podían hacer enlaces directas de lo que sucedía mientras la mayoría de canales deportivos, mayormente familiares perdían sincronización.

—¿Acaban de ver lo mismo que yo? —preguntó Niko, pues sus compañeros permanecían en un silencio de penumbra.

—Zian dejó una oportunidad de gol para ayudar a esa chica, a pesar de que le estuvo tendiendo trampas durante todo el partido. —Explicó Reo.

—No lo entiendo. —dijo Nagi, entre la admiración por tí y la duda sobre tu actuar— ¿Qué significa? ¿Qué tipo de egoísmo es ese?

—Uno que ninguno de nosotros estaría dispuesto a aplicar. —Comentó Chigiri a modo de confesión mientras abrazaba su pierna derecha, recordando lo doloroso que fué el día de su lesión para su físico y su carrera— Claramente pudo anotar en el momento que el balón cayó a sus pies. Todavía no se daba el silbatazo, tuvo un segundo perfecto para la velocidad de tiro y dejó ir la oportunidad.

—Si anotaba el gol, contaba en el marcador e igual podía ir a ayudarla. —aportó Aryu.

—Ziany no lo hizo por eso. —defendió Bachira— No fué un descuido, fué una decisión consciente. Ella reaccionó perfectamente porque sabía que ese gol no le daría satisfacción.

—El partido debe continuar a pesar de todo, pero Zian busca su propio egoísmo a través del reto, es decir... — resolvió Isagi con un aura de encanto bordeando sus pupilas— despertando el de los demás.

—¿Qué? Sigo sin entender. —se quejó Nagi.

—Solo miren a su rival. —señaló Bachira, una vez que la transmisión  volvió— Está acabada.

—APRECIADO PÚBLICO, LES INFORMAMOS QUE LA JUGADORA GRACE TENDRÁ QUE ABANDONAR LAS INSTALACIONES DEBIDO A UNA GRAVE LESIÓN EN LA PIERNA DERECHA. ¿ACASO SE TERMINARÁ EL PARTIDO DEBIDO A LA FALTA DE MIEMBROS? ¿NOS QUEDAREMOS SIN CONOCER EL RESULTADO DE ESTE INTRIGANTE Y FUERTE DUELO?

—Soy la peor estudiante del instituto. —admitió Reyne mirando al cielo mientras sus ojos derramaban un par de lágrimas que se mezclaban con gotas de una lluvia ligera que comenzaba a caer. Su cómo su centrocampista era trasladada de emergencia al hospital— Mi novio era falso. Mis amigas eran falsas. Mi vida es una mentira. La única persona que sentía algo por mí está sufriendo y es mi culpa porque lo que creí que era amor sólo era obsesión. Ni siquiera puedo ayudarla porque no sé cómo. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué hago aquí? ¿Quién es Klarisse Reyne?

De pronto, la voz de Milly sentó sus pies en la tierra.

"Lo único que haces bien es jugar fútbol"

—Oh, sí, eso... Mi amor por el fútbol. Lo único que me gusta de verdad. Estoy a punto de quedarme sin nada si pierdo este partido... Talvez eso sea lo justo. Le arrebaté sus sueños a tantas personas para crear el mío...

—Reyne no está en condiciones de seguir jugando. —pensaste al verla perdida en sus pensamientos mientras su mirada iba bajando hasta el suelo— Lo ha perdido todo. Después de lo que ha hecho, sabe que no hay marcha atrás. Se ha dado cuenta de que todo aquello que creyó tan fácil y reemplazable, ni siquiera existía. Lo he visto en Bachira, lo ví en Milly y ahora en Reyne. La soledad involuntaria es una tortura que no le querría desear a nadie.

—Zian cree que Reyne puede colapsar en cualquier momento — notó Anri, que estaba a la perspectiva de ambas.— Estoy segura de que va a compadecerse si eso sucede, pero este no es el caso. Ego tenía razón, este partido despertará el verdadero fútbol en las ligas femeninas. ¿Qué vas a hacer, Klarisse? En este punto sólo tienes dos opciones. Renunciar o darlo todo.

—Hey, escucha, —dijiste acercándote  a ella con la voz más suave que podías hacer para no ser inoportuna— si quieres podemos detener esto. Pospongamos el partido nuevamente y...

—Ni siquiera lo pienses. —Interrumpió girando lentamente su rostro hacia tí, mostrando parte del rimel diluido por sus mejillas y los ojos muertos más  sombríos que habías visto— Ve a tu posición. Esto no ha terminado. —ordenó aún con el ceño fruncido de dolor e ira. —¡Milly!

—¡Sí!

Al llamar a su compañera, esta ya sabía lo que debía hacer y volvió al centro de la red con la misma determinación que su capitana.


El fútbol femenino había muerto...

Para renacer.

ZIAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora