Capítulo 61

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15 de Septiembre 2022

Me miro en el espejo de cuerpo completo de mi habitación y sonrío a mi reflejo.

Hoy era un día muy importante, en especial para Pablo.

Ayer habían anunciado su renovación de contrato hasta 2026 y todos estábamos demasiado felices y orgullosos por el sevillano.

¿Por qué iría al evento?

Bueno, Pablo nos ha casi que rogado a mi novio y a mí que lo acompañáramos y no pudimos negarnos. Xavi no tenía problema con que nos ausentáramos un día porque era un evento importante para Pablo y para todo el Barça.

Estaba usando un top sin mangas negro, unos pantalones de vestir verdes oscuros y en la cama tenía listo mi blazer del mismo color de los pantalones pero que me pondría luego.

–¿Ya estás lista?– pregunta mi novio cuando atiendo su llamada.

–Umm, ¿casi?– respondo como una pregunta.

–Eso se escucha como si te faltara una eternidad– suelta una risita del otro lado de la línea.

–Puede...– no había terminado de hacer mi maquillaje.

–¿Vas a invitarme a pasar por lo menos?– pregunta y escucho como apaga el coche.

–Hay una llave en la maceta junto a la puerta– cuelgo la llamada y minutos después escucho las pisadas de mi novio escaleras arriba.

–¿Pero qué ha pasado aquí?– esquiva un pantalón que estaba en el piso cerca de la puerta.

–Luego lo recojo todo– me giro en la silla que estaba frente a mi tocador para verlo.

–No te preocupes, mi habitación se mira mil veces peor– le resta importancia caminando hacia donde estaba.

–Nunca la he visto así como dices– él recoge algunas cosas en el camino para no pisarlas y las deja sobre la cama.

–Bueno, es que Fer me obliga a recoger mi habitación cuando sabe que vas a llegar o cuando ya no soporta ver mi habitación hecha un desastre– se encoge de hombros divertido.

–¿Así que eres desordenado, señorito?– lo veo alzando una ceja.

–Yo veo orden en lo que llaman mi "desorden"– se defiende haciendo comillas con los dedos.

–Claro, claro– vuelvo a concentrarme en mi reflejo en el espejo–. Así no se ve siempre mi habitación, eh.

–Te creo– coloca sus manos en los brazos de la silla en la que estaba sentada y antes de que pueda besarme me aparto–. ¿Y eso porque?– pregunta confundido.

–Vas a arruinar el labial, no se ha secado– abanico mis labios con mis manos para que el labial mate- que era casi del color de mis labios- se secara más rápido.

–No me importa– intenta besarme de nuevo pero lo aparto.

–Aguanta, canario– él gruñe y se separa dándose por vencido.

Reparo en su outfit y casi se me cae la baba al verle tan guapo.

Era simple pero es que a él todo se le ve bien.

Llevaba unos jeans rectos negros que le quedaban lo justo de holgados, una camiseta blanca básica, sus deportivas del mismo color de la camisa y lo que le daba el toque era una bonita chaqueta negra que había visto en algún lado.

–Espera... date la vuelta– él me mira raro y hace lo que le digo.

Efectivamente en la espalda de la chaqueta había un círculo que decía Burberry.

Fate | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora