Capítulo 76

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🎧 Cardigan~ Taylor Swift

"You drew stars around my scars
But now I'm bleeding"

Amaia Martínez

Tomo mi móvil y marco el número de mi mejor amigo.

Lo coge al segundo tono.

–¿Maia?– escucho su voz adormilada–. Espero que tengas una buena razón para llamarme a las cuatro de la mañana– da un bostezo y gruñe.

–Lo siento, debí saber que estabas durmiendo– me disculpo entre sollozos y estoy a punto de colgar cuando habla.

–¡No cuelgues!– exclama y se escucha más despierto–. ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?– pregunta el sevillano con tono preocupado.

–Lo he d-dejado– tartamudeo y suelto otro sollozo.

–¿Que? ¿A Pedri?– murmura incrédulo.

–Joder, que me ha mentido y se ha acostado con otra tía, a parte es súper guapa y es entendible que haya querido cambiarme– hago una pausa para intentar tomar aire–. Hemos prometido no cagarla y ha prometido no dejar que nadie me hiciera daño y al final ha roto la promesa como si nada. He sido una idiota al pensar que esta vez iba a ser diferente...– Pablo me interrumpe.

–Maia por favor no digas eso– me interrumpe–. No eres ninguna idiota, porque esta vez es diferente.

–No, está pasando de nuevo.

Esa era la razón por la que había terminado con Alejandro.

Para el tiempo del confinamiento por Covid en 2021 me quede atrapada en Manchester durante una visita a Alejandro.

No podía volver a Paris.

En parte estaba feliz por quedarme con mi novio. Nunca había vivido con alguien que no fueran mis padre ni mis hermanos así que al principio todo estaba bien.

Cuando ya las restricciones se empezaron a levantar poco a poco salí a hacer algunas compras pero tardé más de lo esperado por las colas que se hacían.

Al final termine llegando al apartamento de mi ahora ex novio solo para encontrarlo enrollándose con una tía de su misma edad, es decir un año menor que yo.

Luego me di cuenta que ellos estaban teniendo algo mientras yo estaba en Paris, todo pasaba a mis espaldas y yo como una tonta tomándome el tiempo de visitarle y peor, entregándome a él, no solo de cuerpo, sino también de corazón.

Lo peor de todo es que tuve que quedarme con él hasta que se abrieron las fronteras aéreas para poder coger el primer vuelo a Paris porque no habían hoteles abiertos.

Fueron los peores meses de mi vida.

Al final, cuando Alejandro se dio cuenta que nuestra ruptura de alguna manera iba a terminar saliendo a la luz, para limpiar su imagen le dio vuelta a la historia diciendo que yo le había traicionado, haciéndome quedar como la infiel del año.

–Maia... créeme, Pedri no es como él, así que no está pasando de nuevo.

–Estoy muy cansada para esto, Pablo– susurro subiendo mis piernas al asiento y abrazándolas a mi pecho.

–Vale, ya tendremos esta conversación– me asegura–. ¿Dónde estás?

–En una calle cualquiera– veo a mi alrededor pero solo veo algunos rótulos de no estacionar.

–¿Estás en el coche?– pregunta.

–Si– lo escucho suspirar con alivio.

–¿Quieres que vaya a buscarte con Rora? Maldito sea el día en el que decidí no sacarme el carnet– sollozo y niego aunque no puede verme.

Fate | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora