Fate | Pedri González

Capítulo 82

🎧 Bad Blood~ Taylor Swift

"Now we got problems
And I don't think we can solve them"

Amaia Martínez

Hoy era el primer clásico de la temporada 2022/23

Ya nos habíamos enfrentado al Madrid una vez en la gira de amistosos por Norteamérica, habíamos ganado, pero hubieron varios momentos de tensión entre ambos equipos.

–¿Que recuerdos el Clásico, no?– pregunta mi novio mientras bajamos del autocar que nos había llevado al Bernabéu.

Mete las manos dentro de los bolsillos interiores de la sudadera azul del Barça y me da una sonrisita.

–Más para ti, ¿como olvidar cuando te acomodaron la nariz?– muerdo mi labio inferior para reprimir una sonrisa.

–Eres mala, morena– choca su brazo juguetonamente con el mío–. ¿Se te ha olvidado que me has besado luego del juego?– susurra acercándose a mi oído.

–¿En serio? Cuéntame más– bromeo, él pasa un brazo sobre mis hombros y me atrae a su pecho para desordenarme el cabello–. Para– digo entre risas mientras intento sacármelo de encima–. Pedri voy a caerme, no veo nada.

–Cuéntame tú más sobre ese día– finalmente me suelta pero mantiene su mano sobre mis hombros.

–Wow, me he quedado ciega– digo mientras caminamos por el pasillo que daba a los vestidores de visitante del Madrid.

–¿Por qué?– pregunta viéndome raro.

–Todo aquí es tan... blanco– veo las paredes y el piso del pasillo, iluminada con- sorpresa- luces blancas–. Me da vértigo.

–A ti todo lo del Madrid te da vértigo.

–A Pablo también– señalo al sevillano que iba con las cejas fruncidas y los ojos entrecerrados por la luminosidad del pasillo, mi novio ríe.

–Ya pero no me cambies de tema– me mira con las cejas alzadas y río.

–Pues sí, te he besado y sin eso no estaríamos hoy aquí.

–Eso es mentira, yo iba a lanzarme.

–Claro, si ni el beso me regresaste– frunce los labios y río–. Capaz y seguiríamos fingiendo ser amigos el día de hoy.

–Mira, lo del beso, es que me has tomado bastante desprevenido– empieza explicándose mientras entramos a los vestuarios–. Primero porque estabas toda enfadada y de la nada me besas, me confundiste bastante– deja la mochila que cargaba en el lugar en donde ya reposaba su uniforme–. Me hiciste la cabeza un lío, tía.

–Ya, pero ¿cuando pensabas lanzarte?– pregunto divertida, se cruza de brazos.

–Mmm uno de esos días...– río ante su duda.

–Mentiroso– lo vacilo.

–¿No tienen arcadas por todo el blanco de este lugar?– interrumpe Pablo.

–¿Ves?– le digo a Pedri.

–Todo es malditamente blanco, el único color aquí son los uniformes, joder– se queja más.

–Creo que sufres de algo llamado, intolerancia al Madrid– dice Ansu como un doctor dando un diagnóstico.

–Sufrimos– decimos varios al unísono.

Los presentes reímos.

–¿De que venían hablando todo el camino, parejita?– pregunta mi cuñado rodeándome con sus brazos.