Capítulo 66

5K 230 10
                                    

Ayudamos a Ale, Ansu y Eric a entrar al apartamento de este último.

Cuando ya están cada uno en la cama o en el sofá salimos y nos dirigimos a la casa de Ferran y Sira.

–Mañana cuentas qué tal la resaca– le digo a Ferran cuando ya estaba dentro de su casa.

–Que gracioso– me da un golpe en el brazo, él iba un poco menos ebrio que Sira.

–Me estoy mareando mucho– escucho decir a Pablo cuando ya íbamos llegando a mi apartamento.

Los hermanos Páez se iban a quedar con nosotros.

–Aguanta un poco más– le dice Fer.

–Joder, callaos que me duele la cabeza– dice Maia llevando una mano a su frente.

–No vuelvo a tomar en mi vida– dice Aurora.

Fer se baja primero del coche cuando ya hemos llegado para abrir la puerta del apartamento.

–No puedo, tío– escucho a Pablo decir antes de abrir la puerta y salir a toda velocidad hacia la casa.

–Joder, Pablo– escucho a mi hermano decir.

–Esperen dentro– les advierto a las chicas.

Me bajo y rodeo el coche.

Ayudo a Aurora a bajar pero está en condiciones de caminar bien así que ella sola logra llegar al interior de la casa.

–Sigues girando– me dice Maia cuando la ayudo a bajar del coche.

–Y tú sigues ebria– entramos a la casa y cierro detrás de mí.

–Voy a morirme– escucho a Pablo decir, estaba en el baño de abajo, con la cabeza casi dentro del váter, vomitando hasta lo que no había tomado.

–Tranquilo tío, que ya va a pasar– Fer le palmea la cabeza–. Sácalo todo.

–¿Todavía tengo mi estómago?– pregunta con una mueca–. Creo que lo he tirado al vá...– se interrumpe cuando le da otra arcada–. Me voy a morir– lloriquea.

Fer le repite una y otra vez que no va a morirse.

–Pedri... voy a...– mi novia empieza a palmear desesperadamente mi pecho.

Aparta su mirada de Pablo y busca mis ojos desesperada, al instante entiendo lo que me quiere decir.

–Joder, joder– la cargo como princesa y subo rápidamente las escaleras.

Cuando llegamos al baño de mi habitación, Amaia casi que salta de mis brazos, se arrodilla, levanta con desesperación la tapa del váter y empieza a vomitar.

–Maldito seas, Pablo– dice con voz ahogada antes de inclinarse de nuevo y vomitar más.

Me arrodillo a su lado y empiezo a acariciar su espalda de arriba hacia abajo.

–Ya está, tranquila– tomo su cabello y le saco la liga que tenía en la muñeca para hacerle un moño a como puedo.

–Que puto asco– dice pasando una mano por su frente.

–Vas a estar bien– tomo un poco de papel de baño y lo mojo–. Déjame...– intento tomar su barbilla para limpiarla un poco pero no se deja.

–Soy un asco justo ahora, no me gusta que me mires así– toma el papel de baño de mi mano avergonzada y se lo pasa por sobre los labios.

–Morena, no me vas a dejar de parecer menos linda aunque estés a punto de echar tu estómago al váter– ella ríe suavemente y me empuja el brazo.

–Eres tonto– limpio con mis pulgares el rastro de las lágrimas que se le habían escapado de los ojos por la presión al vomitar.

Fate | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora