Fate | Pedri González

Capítulo 27

Bajo casi que corriendo al túnel en donde los chicos ya están dentro de los vestuarios, entro y están celebrando.

Me abalanzo sobre el canario sin importarme qué esté todo sudado y junto sus labios con los míos. Me toma de la cintura y me pega más a él, los chicos empiezan a vitorear y me hacen reír entre el beso.

–¡Otro gol de Pedri!– exclama Ferran, los chicos celebran más fuerte.

–Lo has hecho genial, mi amor– digo apartando el cabello de su frente sudada.

–¿Te han gustado los goles?– pregunta acariciándome la cintura.

–Pues claro que sí, y no ha sido solo uno– lo abrazo y él ríe, dejo un beso en su cuello antes de separarme.

–Me alegra que te hayan gustado, morena– él me da un corto beso en los labios y sonríe–. No serán los últimos que te dedique.

La puerta del vestuario se abre y por ahí aparece Xavi con Óscar.

–Uy, estamos interrumpiendo– le dice Xavi a su hermano viéndonos.

–¿Regresamos en un minuto?– le responde Óscar.

–Basta– digo entre risas–. Hagan los cambios que van a hacer que ya terminamos.

–En ese caso...– empieza Óscar viendo su tablet–. Salen Eric, Raphinha, Pedri, Balde, Busquets, Dembelé y Gavi para que entren Piqué, Ansu, De Jong, Alba, Nico, Auba y Kessie.

Cuando terminan los 15 minutos de descanso, voy al banquillo a sentarme junto a Pedri y Pablo, este último estaba aún un poco molesto con la amarilla que había recibido.

En el minuto 49 las gradas se ponen de pie mientras gritan de alegría por un gol de Auba con asistencia de Kessie.

En el minuto 60 sale Lewy y meten a Depay y en el 61 hay triple cambio, Koundé, Peña y Dest entran por Araujo, Ter Stegen y Sergi.

En el minuto 72 Geri casi pone el 6-0 pero González le niega el gol.

–¡Eso Frenkie!– grito cuando el holandés pone el 6-0 en el minuto 84.

El sonido del silbato del árbitro indica el final del partido.

Habíamos ganado el Trofeo Joan Gamper.

Corro a toda velocidad al campo en donde los chicos celebran, los voy felicitando de uno en uno.

–Haz hecho un gran partido Pablito, no te pongas triste por una tarjeta amarilla– abrazo al sevillano y él me devuelve el abrazo.

–Abrázame que estoy triste y feliz– Pablo toma a Pedri de la muñeca haciendo que se una al abrazo, ambos reímos.

–Todos saben lo mucho que te importa el equipo y lo qué haces por nosotros, esa amarilla lo único que hace es probar ese punto– Pedri le da dos palmadas en la espalda.

La celebración toma bastante tiempo.

Entre celebraciones, fotos familiares, individuales y de equipo el tiempo pasa y los chicos van a ducharse y a cambiarse.

–¿Nos acompañas a casa, cuñada?– pregunta Fer llegando a mi lado mientras esperamos a Pedri.

–Claro, ¿por qué no?– digo mientras sonrío.

–Listo– dice Pedri saliendo de los vestuarios.

–Vamos, campeón– digo tomando su mano.

–¿Vienes?– pregunta.

–Solo si quieres, Fer me ha invitado– él asiente de inmediato.

–Obvio que quiero, tontita– caminamos hasta el estacionamiento, insisto en que Fer vaya en el asiento del copiloto para intentar pasar un poco desapercibida y que no miren que me voy con los hermanos González.