Capítulo 86

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–Joder– susurro sintiéndome como una idiota.

–Tranquila, Maia– Pablo pasa un brazo por mis hombros.

–Soy una idiota.

–Que no, se pone pesado con ese tema porque un montón de tíos te caen y le frustra que no sepan que estás con él– me da una sonrisa de boca cerrada.

–Voy a disculparme– él asiente y me da un apretón en el brazo.

El canario estaba a unos metros de distancia nuestro, así que me acerco lentamente hacia él.

Como estaba de brazos cruzados meto uno de mis brazos entre los suyos para enlazarlos. El gira su cara hacia mí, estaba serio- algo no tan propio de él- pero sus comisuras se elevan un poco al verme.

–Lo siento, amor– susurro con mi mejilla pegada a su brazo.

–Lo siento también– susurra de vuelta apoyando su cabeza en la mía.

Se suelta de mi agarre solo para rodearme con uno de sus brazos y atraerme más a su costado.

–Siento mucho lo de Isma.

–Que no Maia, yo soy el que está mal aquí, es tu amigo y no tengo ningún derecho de reclamarte nada.

–¿Crees que ya va siendo tiempo que hagamos pública nuestra relación?

–Yo... he pensado en eso– empieza mientras acaricia mi brazo–. Con todo lo qué pasó entre ambos y que no sabía si lo nuestro ya se había terminado no pienso perderte de nuevo, Maia. Todos esos malditos rumores tienen que acabarse, pero me da mucho miedo que algo pueda pasarte.

–Por mí no te preocupes que nada va a pasarme– le aseguro–. ¿No sabías que tengo un novio muy guapo que no dejará que nada me pase?

–¿En serio? No me lo has presentado– me sigue el juego y luego ambos reímos–. ¿Recuerdas la vez que te he llamado luego de que perdimos contra Suiza y te he dicho que tenia el lugar perfecto para revelar nuestra relación y que te tomaría por sorpresa?– asiento mientras me separo de su brazo para verlo–. Hablaba de hoy.

–¿Qué?– pregunto.

–Claro que no te iba a tomar por sorpresa, al final iba a pedirte permiso de besarte cuando camináramos la alfombra roja– me asegura con una pequeña sonrisa–. Para saber si estabas completamente segura y lista para hacerla pública.

–Pedri yo...– me quedo en blanco, solo de pensarlo mis piernas flaquean.

–No te preocupes, no lo haré, hasta que estés lista– coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja y sonríe.

–¿Tú estás listo?

–Amor, créeme que por ti no me importaría que se me viniera la prensa encima, que se inventaran los rumores que quisieran, solo para por fin dejar de escondernos.

Me quedo con la boca abierta cuando iba a hablar porque Laporta nos interrumpe.

Hazlo, estoy lista

Es lo que quería decirle.

–Venga que es nuestro turno– las chicas del femenino estaban empezando a pasar y sacarse fotos individuales y luego en grupo.

Las que se iban tomando las fotos se quedaban a un lado de la alfombra roja en donde estaban firmando posters y haciéndoles entrevistas.

–Pablo, vas después de Lewan– lo instruye Laporta.

–¿Qué? ¿Solo? ¿Sin Pedri?– pregunta atemorizado.

–Va a estar justo detrás de ti, no te preocupes– le asegura con una sonrisa.

Fate | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora