Prólogo

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Hoy era mi último día en el PSG y mi último día en París, mañana por la mañana saldría mi vuelo de vuelta a mi ciudad, Barcelona.

–No estes triste fisio, los que tenemos que estarlo somos nosotros– dice Neymar pasando un brazo por mis hombros.

–Lo siento Ney, es que... París ha sido mi casa por más de un año y ustedes han sido mi segunda familia– digo sonriendo nostálgica, Ney me sonríe de la misma manera y me da un beso en la frente.

–Y siempre vamos a estar aquí para cuando quieras visitarnos. Mi casa, la de Kylian, Gharbi y Leo siempre estará abierta– dice abrazándome más fuerte.

–¿Que yo qué?– pregunta Kylian llegando con su ropa de entrenamiento al campo.

–Que cotilla que son los franceses– dice Ney y Kylian le lanza una mala mirada, hasta ese momento me doy cuenta que viene con Leo.

–Te vamos a extrañar peque– me dice Messi abrazándome cariñosamente, es como otro padre para mí.

–Me van a hacer llorar– digo sintiendo mis ojos picar, me separo y Leo ríe al ver mi cara.

–Espero que sean lágrimas de felicidad al saber que vas a volver a Barcelona y estar con el equipo de tus sueños– dice acariciándome la cabeza.

–Patéales el culo como lo has hecho con nosotros– dice Mbappé pasando un brazo por mis hombros, yo río suavemente.

–Lo prometo– digo y los tres me abrazan.

El entrenamiento empieza y junto a toda la plantilla entreno con ellos, diciéndoles lo que tienen que hacer. Al ser verano estaba haciendo un calor agobiante y al rato de unos minutos bajo el sol ya estaba sudando.

Cuando el entrenamiento termina, miro a los que han sido mis chicos por casi dos años y mis ojos empiezan a picar, me muerdo el interior de mi mejilla al sentir que mi labio inferior estaba temblando.

–No llores– dice Gharbi abrazándome por la espalda, me volteo y lo abrazo fuertemente.

–Pídeme algo más fácil de cumplir, Gharbi– digo en su hombro.

–Bueno muchachos, el día de hoy es el último día en el trabajo de nuestra querida fisio y entrenadora Amaia– dice Pochettino llamando la atención de la plantilla, me separo de Gharbi y camino hacia él–. ¿Algunas palabras que dar, Maia?– pregunta él sonriéndome.

–Bueno...– me aclaro la voz para tratar de deshacer el nudo que me cierra la garganta–. Uff, no he empezado y ya estoy llorando– digo al sentir que dos lágrimas bajan por mis mejillas, los chicos me miran con ternura y se que algunos están a punto de llorar–. Hace casi dos años que he sido parte de la gran familia del PSG y que hoy, al tener que decirles adiós, se me hace muy muy difícil, porque a pesar de todo son mi segunda familia– sorbo mi nariz y continúo–. Mis chicos... no saben cuánto los voy a extrañar, han sido todos muy pesados...– digo sonriendo entre lágrimas, ellos ríen– pero a pesar de todo me han tenido paciencia porque puedo llegar a ser muy pesada– muchos asienten divertidos– al igual que me han tenido confianza para dejarme ser su segunda entrenadora y cuidar de ustedes. Los dejo pero esto no es una despedida, es un hasta pronto, no estaremos tan lejos y aunque me mudara de continente nunca nunca los voy a poder olvidar. Pues nada, les deseo la mejor suerte del mundo– digo

–¡Amaia! ¡Amaia! ¡Amaia!– la plantilla empieza a corear mi nombre y se le une el cuerpo técnico, me limpio las lágrimas riendo y lanzándoles besos.

Se lanzan a mi sin importarme que estén todos sudados y nos damos un abrazo grupal, Ramos me alza y entre varios se las ingenian para lanzarme al aire unas cuantas veces mientras siguen coreando mi nombre.

–¡Joder, van a matarme!– digo entre risas. Me ponen de nuevo en el suelo y siguen las despedidas individuales.

Luego de esa linda despedida con los chicos, en la noche regreso a mi apartamento a terminar de empacar las últimas cosas que me quedan para emprender viaje de regreso a Barcelona.

Veo desde mi cama por la puerta del balcón la vista lejana de la Torre Eiffel encendida, sonrío y sin más me acuesto a dormir, grabándome en la memoria la hermosa vista que me ha acompañado por casi dos años.

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¡Hola culers!

Pues nada, ahí tienen el prólogo de mi nueva historia. Si les ha gustado no se olviden de dejarme una estrellita o un comentario.

Besos azulgrana
💙❤️

Fate | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora