Capítulo 95

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26 octubre de 2022

Todos habíamos sido citados por Xavi a las 18:45 en el Camp Nou para presenciar el juego del Viktoria Plzen contra el Inter, en donde el resultado de este definiría nuestra salida de las Champions.

–Vale, chicos, los he citado hoy aquí porque a como saben hoy el pasar o no depende meramente de que el Inter no le gane al Viktoria, en todo caso necesitaremos un milagro– suspira mi padrino con preocupación.

–Todo estará bien, os habéis dejado la piel dentro del campo, vosotros sabeis lo duro que han trabajado e independientemente del resultado quiero que estéis orgullosos de vosotros, porque tenéis que estarlo, ¿y si se acaba la Champions hoy? Pues que se acabe, ya tendremos otra oportunidad, lo importante es que no nos rendiremos– veo sus caras de aflicción observándome atentamente, lo que quiero es que sea cual sea el resultado no se sientan culpables por ello, no importaría lo que pasará, igualmente estaría orgullosa de ellos.

–Amaia tiene razón, estoy orgulloso de vosotros, todos lo estamos, ha sido un camino muy duro, nos ha tocado un grupo muy duro pero hemos sabido llevarlo, y pase lo que pase, nos hemos esforzado, coño, que hemos llegado hasta aquí cuando no nos tenían esa fé– les dice mi padrino con una sonrisa de boca cerrada.

Voy a sentarme entre Pedri y Ferran que se notan muy tensos al ver el juego que estaba a punto de empezar.

–Jo, no quiero ver, de verdad– se queja mi cuñado–. Nos vamos a quedar fuera, no hay manera que le ganemos al Bayern.

–Ferri, se que no servirá de mucho, pero te aseguro que sea cual sea el resultado todo estará bien– tomo su mano y le doy un apretón, me da una sonrisa que no llega a sus ojos.

–Gracias, estrellita– coloca su cabeza en mi hombro y sostengo su mano en la mía.

–¿Tú estás bien?– le pregunto a mi novio.

–No lo sé– responde con cara de preocupación, alternando su vista de mi cara a la pantalla frente a nosotros en donde el juego ya había empezado.

–Todo estará bien– atraigo su cabeza a mi cuello y el cede, dejo un beso en su sien y suspira.

Durante todo el juego el Viktoria muestra buena resistencia ante el Inter, hasta que en el minuto 35 esta llega a su fin con el gol de Mkhitaryan.

De un momento a otro se siente como que el aire dentro de la habitación ha sido cortado, como si nadie respirara, sentía que hasta yo había dejado de respirar. Veo a algunos de los chicos tomarse la cabeza, otros cerrar los ojos fuertemente y otros empezar a negar. Veo como a Pablo, que estaba al lado de Ferran, se le ponen los ojos llorosos cuando el cronista dice:

"El Barça estaría ahora fuera de los octavos de la Champions League y ya estaría también clasificado matemáticamente para la Europa League"

El partido se va a descanso con dos goles a favor del Inter, y ya está claro nuestro destino: estamos fuera.

–Joder– murmura Pedri en mi hombro.

–Lo sabía, estamos acabados– dice Ale.

–¿Sabéis que vamos a hacer? Vamos a salir ahí y dejárnosla toda en el campo, no nos importa más el resultado, no nos importa si ya estamos fuera, no nos caeremos por un resultado– dice Xavi poniéndose de pie y apagando la pantalla–. Amaia vente que revisaremos una vez más el once titular.

–Ya vuelvo– les digo a los chicos, salgo de la sala dejándolos ahí, en silencio y con caras tristes–. Padrino, ¿estás bien?– pregunto pasando un brazo por la espalda de Xavi.

–Si, solo... que pensé que esta vez si la teníamos, y se ha venido todo abajo frente a mis ojos– lo veo ponerse un poco emocional, sus ojos se miraban brillosos por las lágrimas contenidas, él como ellos, había sido un jugador más del equipo, él más que nadie sabía lo que se sentía, y lo entendía completamente.

Fate | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora