Entro al túnel y me dirijo hacia los vestidores de visitantes en los que estaban los chicos.
–¡Pasa!– exclama la voz del brasileño desde el otro lado.
El ambiente en el vestuario era un poco tenso y cargado de nerviosismo.
Los notaba un poco dispersos, además de estar en completo silencio mientras se ponían el uniforme.
–Para empezar quería disculparme...– empiezo y Jordi me interrumpe.
–Te encanta pedir disculpas a ti– llega y me abraza.
–Pero es que en serio, quería disculparme por todo lo de ayer, al igual que darles las gracias– sigo y ahora nadie me interrumpe–. Aprecio mucho lo que han hecho por mí, no voy a mentirles, aún no estoy del todo bien pero les aseguro que lo estaré– les doy una pequeña sonrisa.
–Tienes que estar bien, porque si tú no lo estás, nosotros tampoco– dice Geri.
–Eres uno de nuestros pilares Amaia, no podemos dejarte caer– es el turno de Eric de hablar.
–Que cursi, príncipe Eric– lo vacilo y el me mira mal. Los chicos ríen.
–Nunca vuelvo a demostrarte que te quiero, no te quejes– paso un brazo por su espalda en donde dejo unas palmaditas antes de seguir hablando.
–Así que les pido, no, les ordeno, que se olviden de todo lo que ha pasado ayer y pongan toda su concentración en el juego de hoy.
–Prometo tratar de no llevarme una amarilla– dice Pablo llevándose una mano al corazón y la otra la mantiene levantada como haciendo un juramento.
–Voy a hacer un esfuerzo por creerte– los chicos ríen y el sevillano me abraza.
–Casi siempre nos va mal con el Bayern, no creo que tengamos oportunidad– dice un poco deprimido Ansu.
–Pues mira, primero, no vuelvas a decir eso en tu vida– empiezo cruzándome de brazos–. Segundo, son muy capaces de todo si se lo proponen, además los entreno yo, me ofende muchísimo que dudes de mis habilidades y de las tuyas– ellos ríen poniendo toda la atención en mí–. Y tercero, no importa cual sea el resultado, vamos a estar orgullosos de ustedes de igual manera– me encojo de hombros.
–Ahí está la Amaia mandona y llena de ego de siempre– bromea Pedri viéndome divertido, le doy un golpecito en el brazo.
–Así la amas, no te quejes– me defiende Dembelé y los demás se burlan del canario.
–Una última cosa...– ellos hacen silencio de repente–. Ya saben lo que les digo siempre...
–Que no nos dejemos solos y que disfrutemos– responden todos a coro con voz automática.
–Que bueno que lo tengan siempre presente– sonrío orgullosa–. No se pongan tan nerviosos y olvídense del historial de partidos que tenemos con el Bayern.
–Es mucho lo que pides– dice el uruguayo.
–Lo siento por eso– levanta las manos en señal de rendición Lewy.
–Por lo menos ahora tenemos a uno de ellos de nuestro lado– el polaco ríe–. Ahora, vamos afuera mis niños.
Me quedo al lado de la puerta para abrazar a cada uno de ellos y desearles buena suerte.
–¿Aún necesitas ayuda con eso?
–Me ofende que preguntes– responde Pablo subiendo su pie a un banco.
–Voy a tenerte que grabar un tutorial para que aprendas a hacerlo– digo mientras le ato los cordones.
–Así que chiste tenerte de plebeya– hace un puchero.
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Fate | Pedri González
FanficLa niña se voltea y le dice adiós con la mano, él se queda congelado con su mano en el aire hasta que la niña desaparece de vista con su padre. -Es muy linda- le dice a su hermano. -¿Te has enamorado Pepi?- pregunta Fer pasando un brazo por los homb...