Fate | Pedri González

Capítulo 73

🎧 Entre Nosotros, Remix~ Tiago PZK, LIT killah, Maria Becerra y Nicki Nicole.

"Tú me decías que por mí te morías
Pero era otra la que preferías"

Amaia Martínez

Los días siguientes de haber vuelto del international break estaban llenos de trabajo en el Barça.

El 1 de octubre jugamos contra el Mallorca y ganamos 1-0 con gol de Lewy.

Luego el 4 de octubre tuvimos un partido de Champions League contra el Milán y perdimos 1-0.

Había sido un verdadero robo al anularnos un gol.

Ayer 7 de octubre Frenkie se había incorporado de nuevo a los entrenamientos después de su lesión que tuvo mientras estaba concentrado con su selección.

Por otro lado, ya se podía notar que el verano empezaba a decir adiós a Catalunya porque ayer la mañana había estado lluviosa y nublada, ya habíamos empezado a usar las sudaderas del uniforme de entrenamiento.

Estaba volviendo a mi apartamento luego del último entrenamiento de hoy porque mañana jugábamos contra el Celta.

–¿Estas de coña?– digo para mí misma, cansada con la situación que he tenido que atravesar estos últimos días. Agregándole el hecho que desde mitad del entreno me empezó a doler la cabeza.

Desde el día del evento de renovación de Pablo, cuando me vieron con Pedri salir de mi apartamento los fans no han dejado de venir a mi calle para grabar y sacarme fotos.

–¡Maia! ¿Estás con Pedri?– escucho que gritan desde afuera.

Estaciono mi coche frente a la puerta de mi apartamento.

Lo único que agradecía en esta situación era de que los aficionados no se acercaban a mi casa, sino que se quedaban a una distancia prudente.

Algunas veces era que me acorralaban, obligándome a sacarme fotos con ellos.

–¿Podemos sacarnos una foto contigo?– gritan varios a la vez.

–Lo siento chicos, pero estoy un poco cansada y mañana hay partido– les doy una sonrisa de boca cerrada y entro a mi apartamento.

Largo un suspiro y luego me saco las deportivas. Me aseguro de que la puerta estuviera bien cerrada antes de subir a mi habitación.

Doy una mirada por la ventana antes de cerrar las cortinas.

Me pongo unos pantalones de pijama a cuadros azules y la primera sudadera que encuentro, una lila de Nike.

Me pongo la capucha de la sudadera y me dejo caer de bruces a la cama y por unos minutos no me muevo. Puedo sentir los latidos de mi corazón en la cabeza.

Mi móvil empieza a sonar y a como puedo extiendo la mano para coger la llamada.

–¿Quién es?– pregunto llevando el móvil perezosamente a mi oído, sin levantar la cabeza de la cama.

–Amor, ¿cómo estás?– pregunta el canario.

–Con ganas de morirme– me quejo.

–¿Aún te duele mucho la cabeza?– hay preocupación en su tono de voz.

–Mhm– murmuro–. ¿Por qué no estás aquí conmigo?

–Puedo ir enseguida si quieres– recuerdo la situación de afuera.

–Mejor no.

–¿Por qué?

–Pepi, hay aficionados afuera de mi apartamento, no quieres estar aquí– hago un puchero aunque no puede verme.