Hyunjin

1.6K 66 10
                                    

Nota: este extra es un poco diferente a las demás, tenía una idea en mente, espero puedan apreciarlo.


Te ves.... Diferente — musitó en cuanto me vio, hace años que no sabía de ella, la última vez que la vi fue hace aproximadamente tres años atrás. Abrió nuevamente la boca para tratar de comentar algo más a sus palabras, pero no salió nada, entonces quise hablar.

No sabía hace cuánto la había visto, si estaba en mi correcto podía saber con certeza que había pasado mucho tiempo después de aquel suceso entre los dos. Mi vista reparó en el pequeño que tenía agarrado de la mano, tal vez tendría unos tres años o quizás cuatro.

Mi corazón se estrujó.

¿Había formado una familia? ¿Era feliz?

— Pasó mucho tiempo ya, no me veré como antes, Line.

Solté sin más, mi corazón latiendo a mil en cuanto miró mis ojos de manera detallada, algo que adoraba de ella eran sus ojos aquellos que se asemejaban al mismísimo oro blanco. Era preciosa en todo aspecto, pero sus ojos, sus ojos se llevaban mi atención por completo.

Un suspiro escapó de mis labios antes de acercarme con recelo a para estar a la altura del pequeño que tenía en su mano, sonreí levemente tocando su rostro con delicadeza tratando de observar algún parecido con ella.

— ¿Es tu hijo? — negó. Mi alma volvió a su cuerpo, suspiré nuevamente incorporandome para estar a su altura.

Celine era dos años menor que yo, pero no aparentaba serlo, incluso llegó a ser una persona muy madura para su edad, ella era quien podía doblegarme hasta ponerme a su disposición.

Durante el trayecto a mi departamento pude detallarla mejor tenía poco labial en sus labios, un poco de mascara de pestañas, una porción adecuada de rubor y un poco de sombras en sus ojos. Sonreí en mis adentros al tenerla nuevamente conmigo, en cuanto llegamos el pequeño se instaló en el sofá quedándose dormido debido a la gran caminata que había hecho.

El silencio abundó en la habitación, hasta que ella nuevamente habló.

— pensé que habías cambiado tu lugar de vivienda.

Negué, le serví un poco de galletas junto con un vaso de leche para que pudiera degustarlas de mejor manera.

Me senté a su lado dejando salir un pequeño sonido de relajación.

— no tenía a dónde ir, después de todo este lugar es mi hogar y le agarré un poco de cariño.

Ella rió, tomé con cuidado su mano observando una pequeña mancha violeta en una parte de su muñeca, la retiró en cuanto lo noté.

Su acción me desconcertó, fue entonces dónde puse más atención a su cuerpo, esa pequeña marca violeta no era por un golpe accidental. Con cuidado observé una parte de su cuello viendo otra de las marcas color violeta.

Quería estar alucinando, pero no pude reaccionar.

— ¿Que te pa....

— nada — comentó de golpe.

Su actitud me desconcertó, no pregunté más. No quería interferir en su vida ahora, bueno, no ahora.

𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝑲𝒊𝒅𝒔; ⓈⒽⓄⓉ'Ⓢ 𑁍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora