- Dulces - HJS

5.8K 290 60
                                    

— ¡Ya! No estés molesto cuántas veces tengo que decir que lo siento.

Subió las escaleras de nuestra casa y se encerró en la habitación de invitados, había estado durmiendo en ese lugar desde el lunes pasado.

Fue una tonta pelea, de su parte porque el señor se molestó porque sus dulces más específicamente sus chocolates se los había acabado mi hermana menor que vino hace poco con mi madre.

Compré nuevos chocolates, sus favoritos, pero solo rodo sus ojos y volvió a subir a su habitación.

Bien su comportamiento me empezaba a molestar, no puede ser que por unos tontos dulces hayamos discutido y haya molestado.

Pero tenía un plan bajo la manga.

Subí a nuestra habitación, saque una maleta y la comencé a llenar de mi ropa y artículos personales para mí.

Tomé la maleta junto con mi mochila y baje al living dónde se encontraba Jisung viendo televisión.

— ¿A-a dónde vas? —

— No quiero seguir siendo ignorada por mi novio. Así que iré unos días a la casa de Hyunjin hasta que de te pase el berrinche.

— ¿¡Que?! ¡No! ¡Me niego!

Bingo.

Jisung y Hyunjin por más que tratan de llevarse bien, nunca lo logran y siempre terminan peleando y los chicos y  yo debes pararlos antes de que se caigan a golpes.

— Hay nuevos chocolates en la nevera para que no se derritan, no te los acabes de una sola.

Antes de salir de la casa sentí unas manos en mi cintura. Sonríe sin que me viera y me gire.

— ¿Pasa algo?

— Fue una pelea tonta, y no soportaría estar lejos de ti.

— Lejos de mi o porque iré a quedarme en casa de Hyunjin.

— Ambas.

Trato de besar mis labios pero gire mi cabeza y negué soltándome de su agarre en mi cintura.

Me miró confuso.

Lista para el plan B.

— Me hiciste sentir la peor novia del mundo ¿Sabes? — fruncí el seño — y me vengare por eso

— Olvídalo quieres, estamos bien ahora.

— No — suspiré — me vengare y sufrirás por eso.

—¿Que quieres decir?

— A partir de hoy, nada de besos, abrazos, caricias, y los más importante nada de sexo.

Abrió los ojos como platos y negó con la cabeza mientras hacía un puchero.

Rei en mi adentros y la verdad, yo si podía vivir sin todo lo que dije porque siempre soy yo la que lo besa, lo abraza y le hace piojito en la cabeza. También soy yo la que lo provoca.

— ¡Eres una mala novia!

— Es eso o me iré a la casa de Hyunjin, sufrirás lo mismo pero no me verías hasta nuevo aviso.

Hizo un pequeño berrinche y me fulminó con la mirada.

— Enserio, eres una mala novia.

— ¿Aceptas o no?

— Quiero verte, pero no puedo tocarte. Que más da — rodo lo ojos — acepto.

Era hora de llevar a cabo mi plan.

Los días pasaban y veía a Jisung cada vez más desesperado por acercarse a mi.

Uno de esos días lleve a puesto y top que dejaba ver mi ombligo y una falda. Llevaba el cabello suelto y un poco de maquillaje. Jisung al verme se quedó impresionado y por poco caí su baba sobre el piso que recién había limpiado.

— ¿¡Como quieres que me controle si te visites así!? — solté una risilla por su tono.

Pase por su lado sin responder nada. Al subir las gradas pude ver qué había tenido una erección. Y rei por verlo sufrir, no había nadie que le quitará las ganas.

Y así fueron todos los días hasta hoy.

— Por favor, levántame el castigo — suplico — he dicho muchas veces que lo siento.

— Yo dije lo mismo y te enojaste más.

— Fui un tonto, no se cómo puedes vivir así. He tenido muchas erecciones por tu culpa.

Rei.

— No es mi culpa que seas un maldito hormonal que no sabe controlarse.

— Me levantaras el castigo o tendré que hacerlo a la fuerza. 

— No te atrevas

— Oh si, ya verás que si.

Sentí que tomo mis piernas y me llevo al patio trasero el cual tenía una piscina.

Y de pronto mi cuerpo ya estaba dentro del agua Jisung me había tirado.

— ¡Han Jisung!

Se había tirado al agua sin camiseta y solo con sus shorts que estaba puesto. Se acero a mi y susurro en mi oído.

— Te lo dije.

Tomo mi cintura y me dió vuelta, tomo mis muslos y los puso alrededor de su torso. Pase mis brazos detrás de su cuello para no caerme.

En un abrí y cerrar de ojos ya había atrapado mis labios con los de él. Creando un hermoso Vaivén entre nosotros. No sabía cuánto tiempo nos habíamos besado pero no iba a negar que me gustaba por donde iba y pronto terminaríamos en la habitación o incluso en la ducha teniendo relaciones.

Cuando sentí que empezó a bajar mi falda me separé de él.

— Eres un tonto ¿Sabías?

— Pero este tonto te dará una noche que jamás olvidaras.

Sonrió y volví a unir mis labios con los suyos.

Diablos, podía sentir el cielo con tan solo tocar sus labios.















𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝑲𝒊𝒅𝒔; ⓈⒽⓄⓉ'Ⓢ 𑁍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora