𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝑲𝒊𝒅𝒔; ⓈⒽⓄⓉ'Ⓢ 𑁍

Bang Chan

El frío de la noche choco con mi cara haciendo que mi cuerpo se estremeciera, algunas gotas de lluvia caían del cielo pero no era nada de que preocuparse, solo compraría algo en la tienda y volvería a casa, sencillo.

Suspire de la frustración a la ver a toda la gente dentro de la tienda de conveniencia. Maldije en mi mente y tomé las cosas que me necesitaría, tal vez para cuando yo fuera acabar la cola de las cajas estaría menos que ahora.

Efectivamente, estaban menos personas que antes y eso ayudo para que pudiera salir y mi retorno a casa sea más rápido.

Al llegar a casa inundó el calor hogareño debido a la calefacción que estaba prendida.

Cocine un poco de ramen y fui a mi habitación para vera televisión con tranquilidad.

El timbre sonó sacándome de mi comodidad, a regañadientes fui a abrir la puerta encontrándome con la persona que menos esperaba ver.

Su cabello rubio caía sobre sus ojos, sus labios tiritaban del frío y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba abrazándome mientras lloraba en el hueco de mi cuello. Estaba frío, sus ojos hinchados y sus labios tanto como sus orejas y nariz frías del frío de la noche.

Bang Chan estaba abrazándome llorando como un niño.

Mi corazón dió un vuelco al escucharlo pronunciar mi nombre fácilmente para después agregar la palabra perdón y odiaba que a mí me pidiera perdón. Sinceramente habíamos perdido contacto desde que decidió sacarme de su vida.

Ciertamente y de alguna manera logro recordar mi dirección.

— Dime qué tu no me dejaras — a duras penas logré entenderlo. No sabía que era lo estaba haciendo en casas pero de seguro surgió algo malo.

Me separé de él y lo tape con la manta que había traído hace unos minutos, serví un poco de té caliente y se lo serví.

Sus labios abultados y sus ojos cristalizados me  dió un poco de ternura, parecía un niño siendo regañado por haber hecho algo malo.

— ¿Que sucedió Christopher? — mi voz sonó firme y trate de no sonar dura.

Hace mucho tiempo no nos vemos y nuestra relación había terminado muy mal. Esa era razón suficiente para no entender su llegada aquí.

Miró mis ojos nuevamente y sus ojos volvieron a cristalizarse.

— No sabes cuánto me arrepiento de haberte gritado que te fueras — me miró — ese día estaba demasiado estresado, y quería estar solo, lo cual tu no permitiste porque te preocupabas por mi. Ese día no debí gritarte fue el peor error que pude cometer. Ese día no debí permitir que salieras por la puerta del departamento, sabía que te perdería en cuanto salieras de ahí pero no hice nada para detenerte.

— ¿Por qué.... Por qué derrepente vienes y me dices todo esto?

— Porque fui una mala persona, no sabes cuánto lamento ese día, no debí tratarte de esa manera pero era el enojo y el estrés hablando en ese momento, y se que no es justificación. Solo quería....

— No sabes cómo me sentí en ese momento, espere una llamada tuya, crei que llamarías y me dirías que todo lo que pasó ese día se arreglaría y que lo arreglaríamos. Que nuestro amor sería más grande que cualquier cosa y eso incluía a las discusiones.

— Perdóname — sollozo — si tan solo te hubiera llamada ahora no estaría lamentándome porque perdí a un chica maravillosa. Perdóname, por favor.

— Christopher — trague en seco — Yo te perdone hace mucho. — sonreí — lamentablemente no podemos estar juntos porque no quiero ser una distracción en tu vida