•𝕃𝔼𝔼 𝔽𝔼𝕃𝕀𝕏•

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— ¡¿POR QUÉ LE DIJISTE?!

— PORQUE ME PREOCUPAS, NO LO ENTIENDES

— NO DEBIAS DECIRLE TU NO CONTROLAS MI VIDA.

— SI NO CONTROLO TU VIDA, NO DEBERÍA ESTAR EN TU VIDA

Había sido una pelea como muchas otras, la situación se estaba tornando grave. Y los gritos se escuchaban por toda la casa. El pelimorado se quedo perplejo ¿Estaba terminando con el?

— ¿Estás..... Terminando conmigo? — pregunto con temor y más calmado.

A la pelinegra le dolía decir aquellas palabras, lágrimas salian de sus ojos al comenzar a pronunciarlas

— S-si — dijo finalmente. Limpio sus lágrimas y siguió — siempre discutimos por lo mismo. No creo que sea conveniente seguir juntos.

Tomo su bolso del sofá y se dirigió a la puerta. Dió un largo suspiro y miró al chico con las vista en sus pies, todo esto había sido doloroso. Giró el picaporte de la puerta y la abrió.

— Si sales por esa puerta, no te molestes en volver — dijo en un tono tembloroso. Cerró sus ojos fuerte y volvió a suspirar.

— No tenía pensando volver, Yongbok

La gente le miraba raro. Llegó a casa con los ojos hinchados y se tiró en el sofá boca abajo.

Estalle en llanto, no pensé que íbamos a terminar así, habíamos discutido pero siempre nos hemos arreglado. Y ahora entiendo porque, nunca interferir en la vida privada de Félix. Confiaba en él pero al enterarme que por las noches sale, se emborracha y tiene sexo con alguna chica por estar ebrio me dolía. Sus padres hablaron con él, se sentían decepcionados cuando pensé que él iba a casa de Changbin a estudiar o hacer algún trabajo le creía. Pero eran escusas para irse a los bares y hacer lo que supuestamente yo no le doy.

Eso nos lleva a la discusión de ahora, sus amigos se habían enterado de todo y ninguno quiso participar de su infidelidad. Además sus padres lo hacían castigado, vivía solo y ahora contrataron a alguien quien lo cuide por las noches porque él estaba teniendo fuertes problemas con el alcohol y el sexo.

La única desicion que pude tomar fue terminar esa relación, si me metí en su vida fue porque me preocupaba por él pero no imaginé que actuará de esa manera. No podía seguir permitiendo eso.

No había dormido toda la noche, cada vez que cerraba los ojos lo podía ver a él.

Mi nariz ardía y no culpo si alguien me dice que parezco una rana, debo parecer una por todo lo que llore. Tenía unas ojeras muy notables que ni el maquillaje podría ocultarlas.

Tomé mi desayuno, me arregle para ir al colegio, tomé mis cosas y salí a esperar a Minho

— Te ves fatal — hablo con cara de asco y preocupación.

— No me lo recuerdes, lo sé

Caminanos a la estación de buses, me senté en asiento que daba a la ventana, cerré los ojos y me dormí por unos minutos.

Un golpecito en mi hombro me hizo despertar habíamos llegado al colegio. Me baje con cuidado porque todavía estaba dormida y tomé el brazo de Minho para poder apoyarme en él.

Vi a mis amigos y saludé a cada uno de ellos.

— Entremos que se hace tarde — anuncie.

— Pero..... Falta Félix ¿No lo esperarás?

Y hay fue cuando recordé que los chicos no sabían nada de lo de ayer.

— Termine con Félix.

Todos me miraron con los ojos abiertos y comenzaron a hacer preguntas les conté los sucedido y cinco de ellos me acompañaron a mi salón y los otros cinco lo esperaron.

Las clases empezaron bien, por suerte no tenía clases con Félix las cuatro primeras, todo el día lo tenía con Minho.

Al salir al receso entrelace el brazo de Minho con el mío. Sentí una mirada sobre mi gire a mi derecha y pude ver a Félix con el ceño fruncido.

Me quedé en mi casillero para dejar mis libros y retirarlos antes de que empieza la quinta hora de clase.

— Para eso terminaste conmigo, para estar pegada a Minho.

Lo ignore y pase por su lado. Tomo mi muñeca e hizo que lo vea a la cara.

— Responde

— Termine contigo porque no me tienes confianza, eres celoso y no quieres que interfiera en tu vida.

— Lo dije sin pensar ok. Yo te quiero, hemos discutido pero siemore lo hemos arreglado... Juntos.

— Está vez no ser así, cumple tu palabra, me dijiste que no vuelva a pisar tu casa si salía de esa puerta y eso significaba buena cosa — mordi mi labio inferior y cerré los ojos para que mis lágrimas no salieran — olvidarte, Félix.

Me solté su agarre y seguí mi camino.

Escuché un sollozo de su parte, esto no solo le duele a él, a mi también y es mejor así. Que los dos tomemos caminos separados y no hacernos daño.

































Dai-n

𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝑲𝒊𝒅𝒔; ⓈⒽⓄⓉ'Ⓢ 𑁍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora