방 찬

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Si enamorarse fuera un delito aquel chico ya estaría en prisión

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Si enamorarse fuera un delito aquel chico ya estaría en prisión.

Lo que el sentía por la chica de cabellos claros no se comparaba con nada, ella era todo lo que él necesitaba pero a su parecer ella no estaba a su alcance. El pelinegro hacía demasiadas maniobras para poder llamar su atención, le compraba flores, le regala chocolates, cada día le escribía una carta diciéndole la cosas que más le encantaban de ella, sus pequeños encantos era todo lo que él necesitaba, aquellos ojos de color verdes, lo tenía loco.

Ella no pensaba lo mismo, siquiera regresaba a verlo por accidente, ante ella el solo era uno más de sus pretendientes.

- Cuando le dirás a Chan que si aceptas ser su novia - una de sus amigas la codeo pícara, todas veían la atención que el Australiano le regalaba, el chico que todos desearían.

Titubio un poco si decirles que solo lo utilizaba por los regalos, no sentiría nada por aquella personas que, para ella era un cero a la izquierda.

El chico iba caminando a su salón de clases y escucho la conversación de esas chicas.

- Bang Chan no me gusta - admitió.

Su corazón se oprimio tuvo que ser fuerte para seguir escuchando la conversación que claramente le interesaba porque el era el personaje principal.

- Entonces, ¿Por qué aceptas todos sus regalos? - pregunto una de sus amigas.

- No es obvio, Chan está enamorado de mi, si le pido algo el lo haría sin protestar, no voy a negar que sus regalos también me gustan son demasiados costosos como para desperdiciarlos, Bang Chan no es mi tipo.

Vio como se formaba una sonrisa en su rostro, todo era verdad. Una de sus amigas estaba con la cabeza gacha y la entendía, ella día antes le había confesado a Chan que este le gustaba y que por favor le aceptaría, él no lo hizo porque hasta el momento aquella chica de cabellos claros era la persona que le gustaba.

Con algunas lágrimas en los ojos dejo el salón y fue al baño de hombres, lavo su cara y se miró al espejo. ¿Que hay de malo con él? Exacto, no hay nada de malo porque es el hombre perfecto para cualquier chica que le guste los pequeños detalles.

Caminaba metido en sus pensamientos hasta chocar que alguien, los ojos de la chica se agrandaron al ver Bang tan cerca. Hace días que no lo tenía así, y aún que tratara de no ruborizarse cuando el pelinegro le regaló una sonrisa, esas que le encantaban termino por sonrojarse.

- Lo siento, yo... Iba distraída

- Tranquila, yo debería disculparme por botar todas tus cosas, lo siento.

Hizo una reverencia y se fue dejándolo solo en el pasillo.

Quería que aquellos sentimientos que sentía por él terminarán de una vez pero al día siguiente aquel chico le invito una malteada para recompensar lo que el día anterior había pasado.

Así fueron haciéndose más cercanos, incluso la más pequeña del grupo termino por alejarse de aquellas chicas que llamaba sus amigas. Siendo reemplazadas por la atención de Bang y la amistad de todos sus demás amigos, se sentía querida.

Chan estaba empezando a sentir cosas por aquella chica que era muy diferente a Seoyeon.

Pero ella no se podía quedar con los brazos cruzados, comenzó a desear todo lo que su antigua amiga tenía, y la primera cosa era la atención y amor de Chan.

- Chan oppa - hablo con voz de niña, la típica voz que el pelinegro estaba empezando a odiar.

Giro sobre sus talones fijando su vista en ella. Hasta que se dió cuenta de que, fue un completo tonto al haberse enamorado de ella, era muy engreiada y poco agradable con los demás.

A los lejos vio a una chica con cabellos oscuros esperando en la puerta del instituto, se dirigian al cine y nadie podia arruinar eso.

- ¡Tu estás enamorado de mi, no de esa!

Rio. Y negó con la cabeza. Está chica si que estaba loca si creía que Chan seguiría cegado por el amor que sentía por ella.

- Lo estaba hasta que te escuché decir que solo me estabas utilizando - la miró - ahora déjame en paz que mi novia me está esperando.

Se soltó de su agarre y fue donde ella chica que ahora estaba en su corazón.

La pelinegra sonrió sin mostrar sus dientes y eso hizo que ha Chan le latiera el corazón más rápido, no pudo evitarlo dejo un casto beso sobre los labios de su contraria.

- ¡Vamos! - no dijo nada y solo lo siguió.

Sin duda el había sido lo mejor que le pudo pasar. Lo quería mucho y el a ella.

























Dai-n.

𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝑲𝒊𝒅𝒔; ⓈⒽⓄⓉ'Ⓢ 𑁍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora