SADIE
Con su cuerpo fusionado al mío, nuestras piernas entrelazadas y mis brazos abrazándola, así desperté después de nuestra tarde llena de pasión con Lucy a mi lado, brindándome calor y envolviéndome en su aroma singular. Su aliento chocaba suavemente contra mi cuello, mientras un rayo de luz acariciaba su rostro, revelando las diminutas pecas que adornaban sus ojos. Con delicadeza, deslicé mi meñique por el puente de su nariz, admirando cada detalle de su ser mientras el mundo a nuestro alrededor parecía detenerse, atrapado en el encanto de nuestro amor compartido.
Es la primera vez que dormimos juntas , tambien era mi primera vez con alguien , ella fue mi primera vez, mi primer beso , mi primer todo, no puedo explicar lo que me transmiten esos ojos camaleones , pero hay algo en cada beso y caricias que me volvían loca.
Reviso mi teléfono a mi lado, eran las 7:40 ya casi era la hora de mi toque de queda, pero no me quiero despegar de ella.
Se remueve en la cama estirándose con una sonrisa en el rostro, analizo todos sus movimientos tratando de grabarlos en mi mente.
—No me mires así que ahorita mismo te esposo a la cama — le sonrió y me acerco besando todos sus lunares desde el hombro hasta su barbilla, quedándome a centímetros de ella.
—Ya me tengo que ir— se abraza a mi, siento como sus manos aprietan mi glúteo izquierdo.
—Segura que no quieres quedarte un rato más — comienza a besar hábilmente mi cuello, yo niego y me levanto antes de que eso termine en otra cosa.
—De verdad me tengo que ir —me comienzo a vestir, decido robar un de las camisetas gigantes que tenía Lucy, porque la que había traído olía a comida.
Estaba haciendo frio hoy, solo había traído la chompa que me dio Lucy y no había manera que eso me proteja.
—Me estas robando ropa? — yo asiento, mientras la veo levantarse desnuda hacia un armario de donde saco su ropa interior.
Se la comienza a poner lentamente frente a mí, dejándome analizar ya con más tranquilidad todo su cuerpo, tenía un tatuaje de la espalda , era un gran dragón.
—Porque un dragón? —ella me sonrie y se encoje de hombros.
—Se supone que el dragón es un símbolo de fuerza, poder y autonomía en muchas culturas, es como una manifestación física de su espíritu independiente y su capacidad para enfrentar desafíos.
—Wow, yo creí que ibas a decir que porque te gustaba Jake Long el dragón occidental — la tomo de la cintura, viéndola desde el espejo que tiene en el armario, me sonrie.
—De hecho
—Me vas a decir que eres furra? —sus manos piñizcan mi abdomen velozmente.
—¿Cállate, tienes problemas con los furros? —me encojo de hombros.
—No puedo ser furrofobica , tengo un amigo furro — me empuja nuevamente , se termina de vestir.
—Vamos antes que me arrepienta de irte a dejar— levanto mi ceja desafiante, a lo que ella me sonrie.
—No debería tratar así a tu novia — no puedo evitar sonreír al decir esas palabras.
—Pues entonces vamos novia, antes que vengan mis suegros comiencen a buscarte por el chip que seguro tienes en algún lado —yo me rio y tomo su mano, agarro mi mochila y salimos de su departamento.
Numero 29 , mi número favorito.
—Sorprendida? — pregunta señalando a la puerta de su departamento, donde estaba plasmado el número.
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Nuestro Secreto
RomanceEn un viaje por obligación, Sadie, atrapada en un mundo de expectativas parentales, y Lucy, luchando por perseguir sus sueños en solitario, se cruzan en un hotel de Cuenca. A medida que su conexión se intensifica, se enfrentan al dilema de separarse...