Segunda Cita

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SADIE

La alarma de mi celular sonaba y antes de que le lanzara algo a mi teléfono para que se calle, mi madre entra a la habitación enojada como de costumbre.

—Apúrate que tengo que dejarte en la parada y luego ir a dejar a tu papá, son las 7:10—MIERDA FALTAN 20 minutos para que pase el bus, de ahí no hay otro hasta la tarde—tienes 5 para bañarte y cambiarte porque te voy a dejar antes que tu padre no puede esperar.

A veces me pregunto si mi madre sabrá que yo soy mujer y mi papá hombre, a mi me deja en la parada mientras a mi padre lo va a dejar en su trabajo. En esa parada de bus han robado más de 7 veces, pero lo único que me dice es no saques el celular.

—Me voy caminando entonces — ella niega y me saca la sabana de encima y apaga el aire.

—Ni loca, no sabes los peligros que hay, todo es una locura afuera, no te puedes ir sola—y así demuestro mi teoría de los locos siempre serán locos.

Decido ignorarla y caminar hacia el baño para poder tratar de hacer todo en menos de 5 minutos. Cuando salgo del baño agarro lo primero que encuentro y el buzo de Lucy.

Me vestí en menos de dos minutos, cosa que eso si que era un récord, agarre mi mochila puse el abrigo dentro y salí disparada de mi habitación, revise mis bolsillos para aclarar que todo estuviera en su sitio, Billetera, teléfono y audífonos, todo listo.

—Te demoraste demasiado tu padre va a llegar tarde a su trabajo por tu culpa — decido ignorar a mi madre y subir al carro, donde ya estaba mi padre apoyado con un cigarrillo en la mano.

—Buenos días princesa — mi padre besa mi frente y luego me abre la puerta para subir ambos al carro.

—No tenias otra camiseta? Esa te queda gigante — dice mi madre mirándome por el retrovisor, ya me sorprendió que no decía nada de mis viejos zapatos.

Por suerte la parada estaba a tan solo 5 minutos de mi casa, y ni así me dejaban ir a pie, osea si mataban a unas 15 personas a diario, pero eso no es motivo para tener que en carro a todos lados, nadie piensa en el medio ambiente.

—Avisas cuando te subas al bus — dice mi madre frenando frente al paradero, donde no había nadie, miro la hora en el reloj de mi celular son las 7:25 , supongo que la gente está llegando aún.

—Adiós —me despido de mis padres, en pocos segundos comenzaron a llegar varias personas, incluyendo a David.

Ambos estudiamos en la misma universidad y en el mismo horario, así que la mayoría de los días nos tocaba irnos en bus juntos, habian veces que lo agradecida y otras que lo odiaba.

Fuimos amigos desde el colegio, pero siempre hubo algo que nos separaba quizás su ego, su homofobia o su manera de ser, quizás tambien que a mis amigas del colegio no les caía bien, luego en pandemia lo conocí y pues gracias a el en parte tengo a mi una amiga actual.

—Buenos días se dice — llega a mi lado con una chaqueta gris de jean, su cabello negro estaba desordenado mientras que sus lentes estaban un poco mojados por su cabello.

—Hola — ambos chocamos puños y nos quedamos parados esperando al bus, a veces eran muy puntuales y otras veces demasiado impuntuales.

—Que tal cuenca, que me trajiste.

—Excelente y nada — el golpea una piedra haciendo que caiga en un charco que moja los zapatos de otras chicas que parece que tambien esperaban la parada.

—Así vi que estuviste de motorizada — yo asiento, no me sorprendía este chico era demasiado curioso con cualquiera de la vida que no sea la de él.

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