SADIE
Si mi vida no era perfecta ahora, no sé lo que es una vida perfecta, tengo a Mapi durmiendo en mi hombro, mientras que del otro lado estaba mi novia acurrucada. Ayer nos quedamos conversando hasta tarde, llame a mi abuela y nos prestaría las llaves de la casa de Salinas.
Hoy nos iríamos a guayaquil y de ahí iríamos a Salinas, será emocionante, es nuestro primer viaje juntas. Lucy estaba muy ilusionada por todo.
Mapi se remueve ligeramente en mi hombro, y siento su respiración tranquila y regular. Me pregunto qué estará soñando, qué aventuras estará viviendo en su mundo felino mientras duerme.
Deslizo con cuidado mi brazo bajo el cuerpo de Mapi para no despertarla, y me inclino para darle un beso en la frente. Luego vuelvo mi atención a Lucy, quien duerme plácidamente a mi lado. Su rostro tranquilo y sereno me llena de paz y gratitud.
Me quedo un momento observándola, maravillada por la tranquilidad que irradia mientras duerme. Su suave respiración acompaña el ritmo tranquilo de la habitación, creando una atmósfera de calma que me reconforta profundamente.Principio del formulario
Con delicadeza, paso mi mano por su cabello, sintiendo la suavidad de sus hebras entre mis dedos.
—Buenos días —susurra acurrucándose más a mí .
—Buenos días, mi amor —susurro, devolviendo su gesto al acurrucarme aún más junto a ella. La suavidad de su voz me envuelve como una caricia, y siento que todo está bien en el mundo mientras estamos juntas.Nos quedamos un momento en silencio, disfrutando de la calidez de nuestra proximidad. El sol comienza a filtrarse tímidamente por la ventana, pintando con tonos dorados la habitación y añadiendo una atmósfera aún más mágica a nuestro despertar.
—¿Cómo dormiste? —pregunta Lucy, rompiendo el silencio con ternura.
—Mejor de lo que podría imaginar, especialmente con tu presencia a mi lado —respondo con una sonrisa, dejando que mis ojos se pierdan en los suyos. Cada mirada, cada gesto, me recuerda lo afortunada que soy de tenerla en mi vida.
Ella sonríe, y su mirada se ilumina con una chispa de felicidad que ilumina toda la habitación.
—Me encanta despertar así, a tu lado —admite, acariciando mi mejilla con ternura.
—A mí también, es el mejor comienzo para cualquier día —le digo, atrayéndola hacia mí para un beso suave y lleno de cariño.
—No puedo creer que durmiera pegada a ti, toda la noche —sonrie mientras acaricia la cabeza de Mapi.
—Es un encanto
—Tu eres un encanto — me sonrie.
—Lo sé —ella bufa riéndose y se aleja, levantándose de la cama—. Voy a preparar el desayuno.
Me levanto y la rodeo con mis brazos por detrás mientras comienza a sacar dos guineos.
—¿Y tú vienes incluida en el plato del desayuno? —pregunto con una sonrisa, sintiendo el calor de su cuerpo cerca del mío.
Ella ríe y besa mi brazo.
—Puede ser, si te portas bien —responde con picardía.
Sonrío y me alejo para sentarme en los taburetes del mesón de la cocina. Observo con admiración cómo se mueve hábilmente mientras prepara el desayuno. Lucy se detiene un momento y luego levanta la mirada hacia mí con una sonrisa traviesa.
—Oye, ¿te importaría ir a comprar pan a la esquina? —me pregunta con voz suave, como si estuviera revelando un secreto compartido entre nosotras.
Frunzo el ceño ligeramente, no muy emocionada con la idea de abandonar la comodidad de nuestra pequeña burbuja matutina. Son las 10 am, quien sale a comprar pan a esta hora. Aunque el pan de la sierra es delicioso, espera Sadie concéntrate.
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Nuestro Secreto
RomanceEn un viaje por obligación, Sadie, atrapada en un mundo de expectativas parentales, y Lucy, luchando por perseguir sus sueños en solitario, se cruzan en un hotel de Cuenca. A medida que su conexión se intensifica, se enfrentan al dilema de separarse...