Un momento

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SADIE

La luz matutina filtrándose por entre las cortinas nos despertó suavemente, como si el sol mismo estuviera ansioso por iluminar nuestro día juntas. Con un suspiro de satisfacción, abrí los ojos para encontrarme con el rostro de Sadie, radiante bajo los primeros rayos del día. Su sonrisa iluminaba la habitación, llenándola de una cálida energía que me hacía sentir en casa.

—Buenos días, mi amor —susurra mi novia sonriendo haciendo que se le formen pequeños hoyuelos a los lados.

—Buenos días, hermosa —respondo mientras pongo mis manos en su cintura, ella se acerca para plantarme un dulce beso en los labios.

Nos quedamos un momento más entre las sábanas, compartiendo abrazos y risas mientras el mundo despertaba a nuestro alrededor.

—No quieres volver a ver High School Musical? —se burla mientras preparamos el desayuno.

—Te estas burlando de mi lado fan de Disney? —ella niega, mientras la abrazo por detrás apoyando mi mentón en su hombro.

—Para nada, solo me voy a burlar por un tiempo — muerdo su hombro suevamente y ella se ríe mientras continúa moliendo el verde, porque hoy nos levantamos patriotas y decidimos desayunar bolón.

Era el último día que Lucy estaría en Guayaquil antes de regresar a Cuenca, y que mis padres vuelvan, cada momento juntas se volvía aún más especial porque no sabríamos cuanto tiempo estaríamos separados.

Mientras desayunábamos, el ambiente estaba lleno de un aura de amor extraña, por primera vez sentía tranquilidad en mi jaula, como si el universo quisiera recordarnos lo importante que era aprovechar cada instante juntas.

—¿Qué planes tienes para hoy? —pregunta Lucy, mientras se estira perezosamente.

—Tengo algunas clases y luego debo trabajar en un proyecto para la clase de cine. Probablemente estaré en la biblioteca la mayor parte del día —respondo, pensando en las largas horas que me esperan frente a mi laptop. —Oh, por cierto, esta tarde tengo una reunión con mi editora. Será tarde cuando regrese a casa, así que no te preocupes por preparar la cena. Podemos salir a comer, ¿te parece?

Lucy sonríe y asiente.

—Perfecto. Podemos ir a mi lugar favorito de sushi —sugiere, y yo asiento emocionada ante la idea.

—Esto es tan perfecto —susurro mientras entrelazo mis dedos con los de Lucy, sintiendo su mano cálida y reconfortante en la mía.

Ella me sonríe dulcemente, y su mirada refleja el mismo amor y ternura que siento yo en este momento.


—Cuando vivamos juntas, te tendré para siempre para mí. Te voy a secuestrar, eso lo sabes —dice Lucy con una sonrisa pícara, y yo no puedo evitar sonreír ante sus palabras, sabiendo que están llenas de amor y complicidad.

Me levanto de mi asiento y la rodeo con mis brazos, sintiendo el calor reconfortante de su abrazo.

—¿Tener mi corazón secuestrado ya no es suficiente para ti? —pregunto con una sonrisa, mirándola a los ojos.

Lucy me devuelve la sonrisa y acaricia mi mejilla con ternura.

—Tener tu corazón es el mayor tesoro que podría desear, pero siempre quiero más de ti —responde con un brillo travieso en sus ojos.

—Prométeme que no olvidarás todos estos momentos cuando estemos separadas —le digo, con un nudo en la garganta al pensar en la distancia que nos separará pronto.

Lucy aprieta mi mano con más fuerza y me mira directamente a los ojos.

—Nunca olvidaré ninguno de estos momentos, Sadie. Siempre estarán en mi corazón, donde quiera que esté —me asegura, con una sinceridad conmovedora.

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