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Días después de su segunda cita, Martina y Lourdes estaban trabajando juntas en la oficina de la ojiverde preparando una reunión semanal. Ambas estaban muy concentradas en sus tareas, Lourdes imprimía algunos documentos y observó a Martina, quien estaba ocupada escribiendo en su netbook al otro lado del escritorio.

-Me estás mirando- dijo la morocha

Lourdes soltó una risa -Me gusta mirarte- Martina negó con la cabeza y siguió escribiendo -¿Dónde te gustaría ir a comer hoy?- preguntó mientras organizaba los papeles recién impresos en una carpeta. La pregunta hizo que Martina deje de escribir.

-Lu, olvidé avisarte voy a comer con Ari- dijo con tristeza.

La colorada sonrió -No te preocupes-

-Me hubiera gustado avisarte antes-

-No te preocupes- repitio guiñándole un ojo.

-Podes venir si queres- sugirió la ojimarron

-Anda a comer con tu amiga. No pasa nada. Comi sola muchas veces, también puedo ir con Guada y Mica- respondió

-Está bien- la miró a los ojos -¿Podemos hablar de algo más?- Lourdes asintió prestandole atención -Hablamos de esto varias veces, pero... hoy quería mencionarle a Ari sobre Mia-

-Está bien- Lourdes hablo con simpleza

-No... no puedo pedirle que...- hizo una pausa -Ari y Guada no tienen secretos, no puedo pedirle que no le diga-

La ojiverde la observó haciendo una pausa -Te dije que no tenías que guardarme a mí ni a Mia en secreto, pero entiendo lo que queres decir- Extendió la mano hacia el teléfono y pulsó la primera extensión -Guada ¿Podes entrar un momento? Y Micaela también si está libre-

-Ahora vamos- respondió Guadalupe al otro lado.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó Martina

-Sé que nadie me va a juzgar y... tenía que hacerlo tarde o temprano, aprecio mucho a Guada y Mica y se merecen...- Pero la mujer fue interrumpida por la puerta abriéndose y Guadalupe asomando la cabeza.

-¿Está todo el mundo vestido y presentable?- preguntó

-¿Sabes dónde está la oficina de desempleo?- dijo Martina -Porque creo que ahí está tu futuro-

-Seguro que sí- respondió entrando con Mica -¿Qué pasa jefas?- se acercaron mas a ellas

Lourdes se puso de pie y se apoyó en uno de los laterales de su escritorio -Quería decirles algo-

Guadalupe alzó una ceja -Es muy pronto para una boda, incluso para dos lesbianas-

-¡Guada!- exclamo Martina enojada -Lourdes quiere hablarles de algo importante-

-Perdon- dijo la mujer y por una vez parecía que lo decía en serio.

-¿Está todo bien?- preguntó Micaela

-Sí- Lourdes sonrio, no sabía bien cómo hacer eso -Desde que llegué a la empresa, hay una parte de mi vida que no comparti con ustedes y... espero que sepan cuanto las aprecio y... ahora que Martina y yo... estamos... juntas... no quiero seguir ocultándolo- Ambas mujeres parecían bastante confundidas, así que Lourdes continuó con su discurso improvisado -Yo tengo una hija de cinco años- dijo finalmente -Se llama Mia-

El impacto se reflejó en las expresiones de ambas mujeres -En el pasado, no tuve las mejores reacciones en el ámbito laboral, por eso no suelo mencionar que soy mamá. Pero acá es diferente. Siento haber tardado tanto en contarles-

Las dos secretarias no decían nada, así que Martina decidió hacer algo y desbloqueó su celular para buscar una de las muchas fotos que ya tenía de la niña.

Love - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora