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La cena transcurrió sin contratiempos. Lourdes no dejaba de sonreír, los padres de Martina le recordaban a los suyos y ellos se habían quedado encantados con la comida del restaurante, así como con Mia, que no había dejado de hablar y había hecho reír a todos

Cuando terminaron de cenar, los cinco salieron y comenzaron a caminar de vuelta hasta el auto de Martina en el que habían llegado. Daniel se había ofrecido a llevarlas en el suyo, pero la morocha tenía el elevador para Mia. Los Benza habían insistido en que Lourdes fuera delante con Martina y ellos iban detrás con Mia

-¿Van a casa de Martina?- Preguntó Silvina desde el asiento trasero.

Lourdes miró la hora en su celular -Es tarde, será mejor que nos dejes en nuestra casa, mañana Mia tiene clase-

Martina asintió y condujo hacia la casa de las Gonzalez. Cuando llegaron, todos bajaron del auto sorprendiendo a Lourdes, y los padres de Martina la abrazaron con fuerza y también se despidieron de Mia

-Voy a acompañarlas a la puerta- Dijo la morocha a sus padres que regresaron al auto. Esta vez Daniel tomó el lugar de Lourdes y Silvina volvió a entrar en la parte trasera.

Martina comenzó a caminar con Lourdes y con Mia hacia la entrada.

-¿Puedo volver?- Preguntó mirando a la ojiverde -Después de dejarlos en su auto-

-No tenes que pedir permiso- Dijo Lourdes sonriendo -Siempre podes-

-Volveré en un rato-

Lourdes asintió y Martina se agachó dejando un beso en la mejilla de Mia -Te veo en un ratito-

-Bueno Marti- Dijo Mia asintiendo.

La morocha se levantó y le dio un beso en la mejilla a Lourdes, consciente de que sus papás las estaban mirando

-Nos vemos en un rato Lulita-

Lourdes sonrió y entró al edificio, mientras Martina regresaba con sus papás. Al subir al auto, sus papás la miraban en silencio y ella suspiró antes de empezar a manejar hacia su casa para que su padre pueda recuperar su auto

-¿Por qué no dijiste nada?- preguntó Daniel rompiendo el silencio.

-No encontré el momento- respondió

-Cuando nos dijiste que estabas saliendo con Lourdes, ese era el momento de mencionar que tiene una hija de cinco años viviendo con ella- dijo Silvina

-Mamá... es complicado. Lourdes trabaja en la empresa y también me ocultó eso durante mucho tiempo. Después me lo dijo, pero no quería perder su confianza y después de eso, empezamos a salir- explicó -Les iba a contar, en esta última semana se lo dijimos Ariana, Guada y Mica. Puede parecer una tonteria, pero Lourdes es muy reservada-

Sus padres la observaron unos instantes y Silvina fue la que volvió a hablar -Es una niña muy linda-

-Sí lo es- dijo Martina esbozando una sonrisa.

-Pero... ¿Sos consciente de lo que implica? Mia lo cambia todo. Nunca estuviste con alguien que tenga hijos- dijo Silvina tentativamente.

-Tampoco estuve con alguien como Lourdes mamá- contestó -Le dije que la amo-

Sus padres también parecían sorprendidos por esta confesión.

-¿Y ella te corresponde, hija?- preguntó Daniel

-Sí- respondió incapaz de ocultar el rubor de sus mejillas.

Daniel asintió mirando a su mujer, quien asintió con una sonrisa -Pero la próxima vez que nos ocultes algo así...-

Love - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora