4️⃣5️⃣

167 26 1
                                    

Daniel vio cómo las mujeres desaparecían en el auto de Martina en el fondo del garaje y regresó a la planta cuarenta del edificio lleno de furia. Fue directo a los despachos de dirección.

-¿Alguien sabe si Ferrero está en la empresa hoy?- preguntó.

Micaela y Guadalupe comenzaron a teclear en sus computadoras y Guada fue la primera en responder -Tiene reservada una sala de reunión en... diez minutos-

-¿Para qué es la reserva?-

Los ojos de la secretaria se abrieron mucho antes de hablar -Reunión con Gianfranco Odoguardi-

Daniel apretó los puños. Ese desgraciado no solo había traído a un violador a su empresa, a la persona que había violado a Lourdes, sino que además tenía la soberbia de reservar una sala con él. Probablemente pensaron que podían intimidar a la ojiverde, extorsionarla para que no revelara su secreto

Pero la realidad era que Odoguardi estaba detenido y Lourdes estaba a salvo, rodeada de gente que la quería.

-¿En qué sala?-

Guadalupe se puso de pie -Daniel, no sé qué está pasando pero sé que no es nada bueno. Por favor, no hagas ninguna tontería- dijo mirándolo a los ojos, suplicándole que no se metiera en problemas -Sala seis- dijo segundos después.

El hombre sabía que Guadalupe tenía razón, que debía calmarse. Relajó los puños y respiró profundamente.

-Veni conmigo- dijo instantes después.

La secretaria no lo cuestionó y rodeó la mesa. Y Daniel se dio cuenta de que Ariana todavía estaba ahí, apoyada en una de las paredes con los brazos cruzados.

El miró a las tres mujeres -Las chicas... ellas les van a explicar todo-

Las tres asintieron y Daniel comenzó a caminar seguido por Guada

-¿Martina hizo eso?- preguntó el hombre rompiendo el silencio y señalando el moretón considerable que se estaba formando en la mandíbula de la mujer

-Fue sin querer- dijo restándole importancia.

-Guadalupe- dijo Daniel -El hombre de la entrevista, Odoguardi, le hizo daño a Lourdes hace años y... no llegó acá de pura coincidencia. Sabían que Lourdes trabajaba acá y venía a acosarla- explicó -Ferrero está fuera de la empresa- añadió después. La secretaria asintió mientras seguían caminando, asimilando toda la información -La conversación que vamos a tener... no va a ser bonita y... los próximos días van a ser de puro caos con la salida de la inversión de Ferrero porque vamos a tener que comprarle sus acciones y las cuentas se van a ver muy tocadas-

Una vez más, Guadalupe asintió -Necesito que no dejes que me saque de mis casillas. No puedo perder esta empresa porque le de una paliza a este... este...-

-Idiota, imbécil, bastardo, maldito hijo de...- interrumpió la pelinegra y Daniel esbozó una sonrisa -Ya evité que una Benza termine en la cárcel hoy, esto será pan comido-

Llegaron a la sala de reuniones con el número seis en la puerta y Daniel suspiró.

-Vamos- Cuando Guadalupe asintió, el hombre no se molestó en llamar a la puerta y entró directamente.

Ferrero estaba sentado en una de las sillas con una sonrisa que se borró cuando vio a Daniel.

-Fuera- ordenó mirando al ayudante de Ferrero. El joven dudó unos instantes pero finalmente salió por la puerta y Guadalupe la cerró tras él.

Daniel se sentó delante de Ferrero al otro lado de la mesa, esperando que la distancia lo ayude a no asesinar al otro hombre.

-¿Qué está pasando Daniel?- preguntó Nicolas apoyando sus codos en la mesa y lanzándole una mirada desaprobadora a Guadalupe

Love - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora