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Después de un día agradable con los Gonzalez, llegó el momento de que Lourdes y Martina se despidieran de ellos

-Portate bien con los abuelos-

-Si mami. ¿Van a una cita?-

Lourdes soltó una carcajada -No, voy a dormir a casa de Marti porque tiene miedo a la oscuridad- susurro la última parte de la frase y haciendo reír a la niña.

Se despidieron del resto de la familia y la pareja salió del edificio tomadas de la mano.

-Me encanta tu familia- dijo Martina

-¿En serio?- La miró asombrada -Son un poco intensos, sobre todo mi hermana, pero ellos también estaban encantados con vos-

-Estaba nerviosa esta mañana, pero todo fue perfecto- dijo Martina desbloqueando el auto y ambas entraron.

-¿De qué hablabas tanto con mi hermana en el sofá?-

-Secretos Lulita- dijo sonriendo.

-Te odio-

-No es verdad- comenzo a manejar

Siguieron hablando de su día pero cuando llegaron a casa de Martina, Lourdes se puso nerviosa por lo que estaba por venir.

-No sé de qué se trata todo esto- la morocha tomo sus manos tras cerrar la puerta -Pero veo que es importante para vos-

-Lo es-

-Vamos a cambiarnos- las dos caminaron hacia la habitación. Martina le pasó a Lourdes algo de ropa cómoda, la mujer parecía que estaba a punto de desmayarse, mucho más pálida de lo normal.

-Lu...- dijo Martina preocupada.

-¿Puedo bañarme primero?- preguntó -Tengo que tranquilizarme-

-Si, ya sabes dónde está todo-

Lourdes asintió y se dirigió al baño. Martina se quedó ahí pensativa y poco después entró también.

La ojiverde estaba dentro de la ducha y la puerta de cristal estaba empañada por el vapor así que solo veía su silueta. Martina se deshizo de su ropa y abrió la puerta haciendo a Lourdes sobresaltarse.

-¿Qué haces?-

-Nada- dijo y se coloco debajo del agua.

La mujer de ojos marrones tomó el gel y lo echó en sus manos comenzando a deslizarlas por los hombros y espalda de su novia.

-Sé bañarme sola- dijo Lourdes sonriendo.

-Silencio- Martina evito su mirada. Cuando terminó con su espalda, tomó el champú y comenzó a lavarle el pelo a su novia, haciéndola suspirar. Cuando terminó con el masaje, tomó a Lourdes de los hombros para colocarla debajo del agua

La colorada se sorprendió de que Martina no intentara besarla y se dio cuenta de que solo estaba cuidando de ella. La morocha se lavó también su pelo y Lourdes puso sus manos en su cintura y dejó un beso en su cuello mientras el agua caía sobre ellas, pero no era un acto sexual, solo íntimo.

Minutos después, las dos salieron de la ducha y se envolvieron en dos toallas.

-¿Estás más tranquila?- preguntó la ojimarron, poniéndose la ropa que había seleccionado para dormir.

-Sí- la imitó sin pudor de que su novia viera su cuerpo desnudo mientras se cambiaba.

-¿Lista para hablar?-

Lourdes asintió y se sentó en la cama con las piernas cruzadas. Martina hizo lo mismo sentándose delante de ella y le dedicó una sonrisa de apoyo.

La colorada tomó una de sus manos y comenzó a jugar con ella -No sé por dónde empezar- Martina no dijo nada y la dejó organizar sus pensamientos.

Love - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora