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Paul estaba profundamente dormido cuando el sonido repentino de la puerta cerrándose lo sacó de su sueño. Entreabrió los ojos con pesadez, aún medio adormilado, y miró la hora en el reloj de la mesita de noche.

PAUL STANLEY: ya son las 9 de la mañana? -murmuró para sí mismo con sorpresa, mientras se sentaba en la cama con dificultad-

Antes de poder hacer algo más, sintió unas manos cálidas rodeándolo. Gene se acercó y colocó su cabeza en el hombro de Paul, dándole un suave beso.

GENE SIMMONS: buenos días, mi amor~ -dijo con voz suave, rompiendo el silencio de la mañana-

Después de esos tiernos gestos matutinos, Paul se estiró con un suspiro y se giró hacia Gene, apoyando su frente contra la de ella con cariño.

PAUL STANLEY: buenos días, Gene~ -respondió con una sonrisa suave- qué planes tienes para hoy?

Gene acarició el brazo de Paul con ternura antes de responder.

GENE SIMMONS: pensaba que podríamos tomarnos el día con calma, quizás salir a dar un paseo por el parque más tarde -sugirió- te parece bien?

PAUL STANLEY: -asiente con entusiasmo- suena perfecto -dijo, antes de inclinarse para darle un tierno beso a Gene- gracias por cuidar de mí, cariño.

Después de compartir un momento íntimo, Paul se levantó de la cama con cuidado, estirando sus músculos adoloridos.

PAUL STANLEY: voy a preparar un poco de café -anunció mientras se dirigía hacia la cocina-

Gene lo siguió con una sonrisa y se sentó en la mesa.

GENE SIMMONS: necesitas ayuda? -ofreció-

PAUL STANLEY: -asintió agradecido- podrías preparar algo de desayuno ligero mientras tanto -sugirió- tengo algunas frutas en la nevera

Mientras trabajaban juntos en la cocina, el aroma del café recién hecho llenaba la casa, mezclándose con el dulce perfume de las frutas frescas. Paul y Gene compartieron risas y conversaciones tranquilas mientras se preparaban para disfrutar de un día de paz y amor juntos.

PAUL STANLEY: el café está listo..

SIRVIENTA: lo siento, señor Paul, pero recuerde lo que dijo el doctor. Nada de café por el momento.

PAUL STANLEY: -con cara triste- nada de café? Pero... ¿por qué?

GENE SIMMONS: -conteniendo la risa- Paul, cariño, recuerda lo que te dijo el médico. Tienes que cuidarte.

PAUL STANLEY: -protestando- pero solo una taza pequeña, ¿no pasará nada, verdad?

SIRVIENTA: lo siento, señor, pero debo obedecer las órdenes del doctor.

GENE SIMMONS: -sonriendo- tal vez podamos encontrar algo más para que tomes, ¿qué tal un té de hierbas?

PAUL STANLEY: -suspirando- está bien, supongo que tendré que conformarme con eso.

GENE SIMMONS: gracias por cuidar tan bien de Paul. ¿Podrías prepararle un té de hierbas en lugar del café?

SIRVIENTA: por supuesto, señor Gene. Enseguida lo prepararé.

GENE SIMMONS: -abrazando a Paul- lo siento, cariño. Sé que extrañas tu café, pero es por tu bien.

PAULSTANLEY: -suspira- lo sé, Gene. Gracias por cuidar de mí.

Mientras la sirvienta se ocupaba de preparar el té, Gene permaneció junto a Paul, reconfortándolo en su pequeña decepción.

Después de unos momentos, la sirvienta regresó con una taza humeante de té de hierbas y la colocó suavemente frente a Paul.

SIRVIENTA: aquí tiene, señor Paul. Espero que te guste.

PAUL STANLEY: -toma la taza entre sus manos, agradecido- Gracias. -dirige una mirada de complicidad a Gene- Supongo que tendré que acostumbrarme al té por un tiempo.

GENE: -sonríe- Exactamente. Y estoy seguro de que te acostumbrarás enseguida.

Gene le dio un suave beso en la mejilla a Paul, transmitiéndole su apoyo y cariño. Juntos, disfrutaron del momento, sabiendo que lo más importante era el cuidado y la salud de Paul.

Después de desayunar, Paul caminó lentamente hasta la habitación de guitarras, donde guardaba todas sus preciosas instrumentos. Con un suspiro, se sentó con cuidado, protegiendo su herida. Al hacerlo, un gemido de dolor escapó de sus labios, pero después de un momento de descanso, extendió su mano hacia su guitarra favorita.

Mientras tanto, Gene había terminado de lavar los platos y notó que Paul no estaba a su lado. Preocupado, comenzó a buscarlo por la casa hasta que escuchó las melodías de la guitarra y la voz algo apagada de Paul cantando un tema.

GENE SIMMONS: -asomándose por la puerta de la habitación de guitarras- Paul, ¿estás bien?

PAUL STANLEY: -deteniendo suavemente la melodía- sí, Gene. Solo necesitaba un momento con mi guitarra.

GENE SIMMONS: -entrando y acercándose a él- te duele mucho?

PAUL STANLEY: -sonriendo débilmente- un poco, pero la música siempre me ayuda a sentirme mejor.

Gene se sentó junto a Paul, rodeándolo con un abrazo reconfortante mientras él continuaba tocando suavemente la guitarra. Juntos, encontraron consuelo en la música y en el amor que compartían.

♡My Starchild 1♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora