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Gene se encontraba en el lobby del hotel, observando distraídamente el bullicio de la gente que pasaba. Su mente estaba atormentada por la difícil conversación que tenía por delante con su hijo Evan. Respiró profundamente, tratando de reunir el coraje necesario para enfrentar la situación.

Finalmente, vio a Evan acercarse, con una sonrisa radiante en su rostro.

EVAN: hola, papá! -exclamó Evan abrazando a Gene con entusiasmo- qué estás haciendo aquí tan temprano?"

Gene devolvió el abrazo de su hijo, sintiendo un nudo en la garganta mientras se preparaba para las palabras que cambiarían la vida de Evan para siempre.

GENE SIMMONS: Evan...hijo mio... -comenzó Gene, su voz temblando ligeramente- hay algo que necesito decirte sobre tu papá, Paul...

La expresión alegre en el rostro de Evan se desvaneció lentamente, reemplazada por una mirada de confusión y preocupación.

EVAN: qué pasa con papá...? -preguntó, su voz llena de ansiedad-

Gene tomó la mano de Evan con ternura, buscando consolarlo mientras enfrentaban juntos la difícil verdad.

GENE SIMMONS: los médicos encontraron algo malo en el cuerpo de papá... -explicó Gene con voz tranquila pero firme- tiene cáncer, Evan. Cáncer al hígado

Evan se quedó en silencio por un momento, procesando la impactante noticia. Los ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba a Gene en busca de apoyo y orientación.

EVAN: está... está papá bien? -preguntó con voz temblorosa-

Gene asintió con tristeza, envolviendo a Evan en un abrazo reconfortante.

GENE SIMMONS: vamos a cuidar de papá juntos, Evan -prometió Gene, su corazón lleno de determinación y amor por su hijo y Paul- estaremos aquí para él en cada paso del camino.

Evan asintió con la cabeza, aferrándose a Gene con fuerza mientras ambos se preparaban para enfrentar los desafíos que les deparaba el futuro. Unidos en su amor y su compromiso mutuo, sabían que juntos podrían superar cualquier obstáculo que la vida les presentara, la tarde paso y
Gene salió apresuradamente del hotel después de haberle dado la difícil noticia a su hija sobre la condición de Paul. Mientras caminaba por la acera, con la mente llena de preocupación y el corazón pesado por la situación de su esposo, su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos.

Con manos temblorosas, Gene sacó su teléfono y vio el identificador de llamadas del hospital donde Paul estaba siendo tratado. Un escalofrío recorrió su columna vertebral mientras contestaba la llamada con un nudo en la garganta.

GENE SIMMONS:¿hola? -dijo Gene, su voz temblorosa por la anticipación y el miedo-

La voz del médico resonó en el otro extremo de la línea, grave y seria.

DOCTOR: señor Simmons, lamento informarle que la condición de su esposo, Paul, ha empeorado. Es crítico y necesitamos que venga al hospital de inmediato

El corazón de Gene pareció detenerse por un momento mientras absorbía las impactantes palabras del médico.

GENE SIMMONS: estoy en camino -respondió con voz apresurada, sin poder evitar que su voz se quebrara ligeramente-

Con pasos rápidos y decididos, Gene corrió hacia su coche, su mente girando con el temor de lo que encontraría cuando llegara al hospital. Sabía que el camino por delante sería difícil y lleno de incertidumbre, pero estaba decidido a estar allí para Paul en su hora más oscura.

Gene llegó al hospital con el corazón latiendo con fuerza en el pecho. Corrió por los pasillos, su mente llena de temor y ansiedad mientras se dirigía hacia la unidad de cuidados intensivos donde Paul estaba siendo atendido.

Al llegar a la habitación, encontró a los médicos y enfermeras rodeando la cama de Paul, trabajando frenéticamente para estabilizarlo. El rostro pálido de Paul y los monitores que pitaban frenéticamente llenaron a Gene de una sensación abrumadora de angustia.

GENE SIMMONS: cómo está...?  -preguntó Gene con voz entrecortada, acercándose a la cama de Paul con manos temblorosas-

El médico a cargo le dio una mirada sombría.

DOCTOR: la situación es grave -dijo con franqueza-  estamos haciendo todo lo posible, pero Paul está luchando..

Gene se aferró a la mano de Paul con desesperación, sintiendo un nudo en la garganta mientras miraba a su esposo luchar por su vida.

GENE SIMMONS: por favor, no te vayas...  -susurró, con lágrimas en los ojos mientras rezaba en silencio por la salud y la recuperación de Paul-

Horas pasaron con agonizante lentitud mientras Gene permanecía junto a la cama de Paul, sin dejar de esperar por un milagro. La tensión en la habitación era palpable, pero Gene se negaba a perder la fe, aferrándose a la esperanza de que su amado esposo se recuperara.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, los monitores empezaron a estabilizarse y la respiración de Paul se hizo más regular. Un suspiro colectivo de alivio llenó la habitación mientras los médicos continuaban su trabajo, ofreciendo un rayo de esperanza en medio de la oscuridad.

Gene miró a Paul con gratitud y amor, prometiéndole en silencio que estaría a su lado en cada paso del camino hacia la recuperación. Juntos, enfrentarían esta prueba con valentía y determinación, unidos en su amor y compromiso mutuo. El médico se acercó a Gene con un semblante serio, preparándose para compartirle una difícil noticia.

DOCTOR: señor Simmons... necesito ser honesto con usted...   -comenzó el médico con voz grave-  el cáncer de hígado de Paul está en una etapa avanzada y, en su estado actual, las opciones de tratamiento son limitadas..

Gene sintió un nudo en el estómago mientras absorbía las palabras del médico.

GENE SIMMONS: qué significa eso? -preguntó con voz entrecortada, su corazón latiendo con fuerza en el pecho-

El médico suspiró antes de continuar.

DOCTOR: es posible que necesitemos realizar una cirugía para extirpar el tumor y detener la propagación del cáncer... -explicó-  sin embargo, dada la gravedad de la situación, la cirugía conlleva riesgos significativos

Gene sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras consideraba las palabras del médico. Sabía que la cirugía sería una medida desesperada, pero también entendía que era la mejor oportunidad para salvar la vida de Paul.

GENE SIMMONS: que tan  pronto podrían hacer la cirugía?  -preguntó Gene, su voz temblorosa pero determinada-

El médico le dio una mirada comprensiva.

DOCTOR: dependerá de la estabilidad de Paul en las próximas horas -respondió- haremos todo lo posible para prepararlo y llevar a cabo la cirugía lo antes posible

Con el corazón lleno de esperanza y miedo, Gene se comprometió a estar al lado de Paul en cada paso del camino. Sabía que la batalla que tenían por delante sería difícil, pero estaba decidido a luchar con todo lo que tenía para salvar a su amado esposo. Juntos, enfrentarían el desafío con valentía y determinación, aferrándose a la esperanza de un futuro mejor para ellos y su familia.

CONTINUARA

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