Sombra - Dahyun & Tú.

[19]

— ¿No te pareció raro presentarte sin que hubiera nadie? — Cuestionó Jihyo, negué. —Sabía que pasaría, era pre grabado, aún no me conoce nadie como tal— Alcé mis hombros.

—Habríamos preferido estar en el público— Se acercó Nayeon. —Pero… — Noté como miraba mi vestuario. —Sería raro que salieran por algún lado, lo sé— Finalmente empezó a tocarlo, acomodandolo un poco.

— ¿Quién es tu encargada del vestuario? — Preguntó. —Una amiga amiga de otra amiga— Respondí, ahorrando explicaciones largas. —Es nueva, yo también, tampoco quería que fuera todo perfecto— Miré mi espalda, siendo lo que más había llamado la atención a Nayeon.

—Se nota que no eres asiático— Añadió Sana, ahora todas analizando mi figura. —No ayuda que el pantalón sea de una talla menos de la mía y me levante todo por lo mismo— Expliqué, siendo muy natural que hablaran de mi cuerpo.

De por si para los años que nos conocemos, es raro que no me hayan visto de más, las japonesas se tomaron esa confianza rápidamente conmigo.

—De todos modos, fué una presentación buena, los nervios de la primera vez nunca se van— Miré mis manos. —Para no querer llamar la atención lo hiciste demasiado bien… — Bromeó Dahyun, sonriendo incomodamente. Quizá decir tantas veces que no quería triunfar estén pasando factura.

Pero no es como que fuera la primera vez que me contradecía o era hipócrita.

Con el paso de los años me fuí rompiendo más y más, dejándome de importar cosas que no debería, pero al menos seguía en pie, hasta un robot con mil fallos podía servir para una función en especifico.

—Esto amerita una pequeña fiesta de debut, ¿No? — Propuso Chaeyoung, asintiendo todos.

En dos días oficialmente debutaría, de momento seguía pre grabando cosas, pero era la primera vez que me presentaba en un escenario.

—Tengo dos horas libres justo en la noche que debuto— Señale, haciendolo pasar como que era casualidad, lo había apartado peleando con espada y escudo con mi manager y el equipo de trabajo.

—Ya está, entonces nos veremos en tu casa— La misma de la idea coordino las palabras de las demás.

Por mientras, se fueron, siendo las mismas ocupadas de siempre, ahora convirtiéndome en un ocupado todo el tiempo como ellas.

Al menos por un par de meses hasta que dure.

Si bien aparté esas dos horas, no es como que desaparecieran esas actividades, tuve que reducir una de las dos horas qué tenía para dormir en esos días.

Pero al menos el día llegó, tan ajetreado como me lo imaginé, aprovechando los pocos minutos que tenia para o comer, o dormir.

Pero al menos tenía esas dos horas preciadas con ellas en la noche.

A decir verdad, entre dormir y hacer cosas, el video se publicó, sin saber exactamente nada, ni la hora.

— ¡Felicidades! — Me recibieron todas, básicamente todas sabían el código de mi puerta, mi casa era la de ellas también.

—Llegar al primer millón en unaa horas siendo nuevo no es fácil— Me explicó Sana, siendo los números que no me esperaba.

Habíamos anticipado como mucho unas trescientas mil vistas en todo el día, no sabía cuándo llevaba pero quizá ni medio.

—Quiero morirme… — Suspiré.