{66}

44 6 0
                                    


—Recién ahora tienes las raíces negras otra vez— Empezó a jugar con mi cabello Jeongyeon. —Que la primera vez que hayas hecho algo con tu cabello haya sido para decolorarlo a blanco es que quieras quedarte calvo— Me regañó Nayeon.

—No parece tan quemado ni dañado como el de Sana— Se acercó Jihyo, revisando también. —De hecho sus raíces están igual de sanas— Opinó, quitándome finalmente.

—Mi cabello no es lo único que tengo— Intenté quitar el tema. — ¿Cómo no quieres que lo miremos si no nos dijiste nada? — Regañó Jihyo ahora.

—No tengo que decirles todo de mi vida, ustedes tampoco me dicen cosas últimamente— Respondí, haciendo que se miraran entre ellas.

—Supongo que ya está entrando en la madurez— Suspiró Nayeon. —Dirías terminando, empezar es a los trece, el tiene ya diecisiete— Le respondió Jeongyeon.

—Sigues siendo un niño aún— Me abrazó Jihyo, quedándome estático.

—Aunque estas últimas semanas estés muy diferente, sigues siendo nuestro niño— Me susurró en medio del abrazo.

— ¿Puedes acompañarme? — Preguntó Chaeyoung junto a Mina. — ¿Qué harán? — Pregunté, aún entre los brazos de Jihyo. —Comprar unas cosas para todas, estamos libres pero tampoco queremos encerrarnos tanto— Explicó, soltandome Jihyo.

— ¿No llamo demasiado la atención? — Pregunté al recordar que iba con el cabello blanco, negó. —Tampoco somos tan famosas para que sospechen de todo lo que se mueva— Le quitó peso al asunto.

— ¿Puedo ir? — Preguntó Dahyun, soltando su celular, asintiendo las dos principales.

Luego de unos minutos de arreglarnos un poco ambos, salimos, llegando al centro comercial más grande de Seúl.

— ¿Puedes prestarnos un poco de dinero? — Al llegar me miraron, sacando una buena suma. —Cuando nos paguen te haremos una fiesta en tu honor— Hizo un gesto Chaeyoung, empezando a caminar otra vez.

— ¿Tanto te pagan? — Cuestionó Dahyun en voz algo baja, solo escuchándola yo. —Hago muchas cosas, además de ser su seguridad algunas veces— Respondí de igual manera.

— ¿Podrías prestarme un poco a mi también? — Jaló discretamente mi camiseta, haciendo que la viera ahora. — ¿Qué necesitas? — Cuestioné tranquilamente, haciendo que me viera raro.

—Normalmente con estas cosas suelas morir de los nervios con las chicas— Explicó el porqué. —Aunque quiera sentirme apenado no puedo ya, cosas del desarrollo— Alcé los hombros.

—Vamos a comprar algo en el tercer piso rápido, ¿Pueden esperarnos aquí? — Nos miraron, asintiendo nosotros con la cabeza.

— ¿Me acompañas? — Ahora me preguntó Dahyun. —Hace un tiempo había mandando a hacer unos lentes, es aquí, no tenía dinero así que no había podido venir a recogerlos— Reveló, recordando que iba por la vida medio ciega.

Le ofrecí mi mano, mirándome raro otra vez. —No llevas lentillas, antes las dos iban delante, sería raro que vayas detrás de mi— Expliqué, volviendo a ver mi mano.

—Definitivamente no eres tu… — Dijo tomando mi mano. —Además de que usar lentes oscuros en interiores llama más la atención que mi cabello— Añadí, recordándole lo mal que iba, quitándoselos, dándomelos a mi.

Sombra - Dahyun & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora