Sombra - Dahyun & Tú.

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— ¡¿Por qué tenían que tomar todas?! — Exclamé al verlas salir por su puerta. — ¿Cómo no íbamos a festejar si ganamos? — Preguntó Jeongyeon tirándose encima de mi, atajandola con mi fuerza, de no ser por eso se habría caído.

— ¿Quién es la menos ebria? — Pregunté, alzando la mano Dahyun. —Ayudame, ya su manager está ocupada con Nayeon y Jihyo— Le Indiqué venir, siguiendo mi indicación, subiendo a Jeongyeon a la van.

—No creo que este sea el sitio para alguien de diecisiete— Escuché a Dahyun decirme mientras estaba respirando aún. —Yo no tomo alcohol, estoy aquí para ayudarlas, estoy contratado como seguridad— Le aclaré, asombrandola.

—Sabía que esto iba a pasar, prefiero verlas en su peor momento yo a que las vea un extraño— Expliqué, estirándome.

—Es cierto— Dijo en voz baja, actuando como que no la había escuchado. —No es como que tu edad corresponda a cómo eres— La miré, sin descifrar a qué quería referirse con eso.

Alcé una ceja en señal de esperar una explicación. —Tienes diecisiete pero ya eres todo un hombre— Se acercó a mi, ajustando mi chaleco y luego mi corbata.

—Ojalá pudiéramos empezar de nuevo— Empezó a jugar con mi cabello ahora. —Extraño cuando era negro totalmente— Dijo acercándose un poco más.

—Pensaba que me odiabas— Le dije alejándome un poco hacia atrás. —Odio lo que haces, no a ti— Me apuntó con un dedo. —Para ser la menos ebria no eres tú ya— Tomé sus manos, alejandola un poco de mi.

— ¿Por qué dejas que todas sean tan cariñosas contigo y yo ni puedo? — Intentó volver a acercarse. —Porque estás ebria, no eres tú— Volví a tomarla de las manos, empujandola poco a poco a la van.

—Estoy perfecta— Dijo forcejeando. Finalmente estábamos en la puerta, notando que si la empujaba más se iba a dar un buen golpe, dando la vuelta y con un abrazo tirándonos dentro.

— ¿Solo así me abrazas? — Cuestionó, estando muy cerca de mi rostro, oliendo el alcohol en su aliento pero muchísimo más leve que en las otras.

De hecho decía la verdad, estaba casi perfecta, aunque odiaba el alcohol, sabía los grados y la condición de alguien en ese estado.

— ¿De qué serviría todo esto si mañana volverás a estar lejos de mi? — Cuestioné. — ¿No puedo aprovechar que estás solo ahora? — Preguntó, sin entenderlo tanto yo.

—Te dije que odio lo que haces, y ahora que no estás con Sullyoon puedo incluso hasta besarte— Miró mis labios, siendo la clara señal para apartarme.

— ¿No quieres que durmamos hoy? — Preguntó, sin quitarme la vista de mis labios. La empujé con una mano en el estómago, finalmente separandonos.

—No se a qué te quieras referir exactamente pero no puedo tomarte en serio en ese estado— Dije de espaldas. —Si tanto quieres esas cosas dímelo mañana— Suspiré, yendo con las otras.