Sombra - Dahyun & Tú.

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— ¿Qué pensarías si me enamoro de alguna del grupo? — Le cuestioné de la nada. — ¿Ah? — Paró de limpiar la mesa. —No lo sé— Paró a pensar más en profundidad.

—Jihyo no tienes que— Intenté cambiar el tema en vista de que estaba tardando en responder, pasando de una pequeña broma, a llevarlo en serio.

—Te daría todo mi permiso y apoyo— Me miró con una cara neutral ahora. — ¿Por qué? — Arquee una ceja. —Soy lo peor que cualquiera pueda tener de pareja— Expliqué, ella negó.

—No creo que lo seas— Expuso su punto. — ¿Por qué lo dices? — Me increpó. —He estado con todos, tengo problemas mentales, soy inestable— Respondí.

—Estas con todos por obligación, lo que te ha causado esos problemas, cuando te dejen de obligar vas a estar más feliz y estable— Prácticamente me bofeteo con la realidad, una que por estar tan hundido no había siquiera imaginado.

—Como pareja— Se me acercó, mucho. — ¿Eres capaz de sentir por dos personas a la vez? — Cuestionó de a pocos centímetros, negué.

—No siento nada desde Sullyoon, de por si no siento nada por la primera ni segunda persona— Expliqué.

— ¿Es fácil que te lleven a la cama? — Cuestionó ahora, aunque antes de ladear la cabeza, empezó a hablar otra vez. —Es obvio que no, voy medio desnuda y no he sentido siquiera que me mires— Explicó ahora.

—Es que eres mi mejor amiga de años ya… — Dije algo apenado, no por como iba ella, si no por insinuar que no me gustaba nada físicamente.

—Aunque aún así— Su mano empezó a tocarme el abdomen, bajando. — ¿Jihyo? — Dije, mirando hacia abajo, pero por estar tan cerca, nuestras frentes chocaron, aunque por como no ir rápido, fué muy leve, quedándome viendo hacia abajo.

—No soy tonta, se que tanto tú como yo tenemos físicos perfectos— Seguía bajando su mano. —Solo quiero comprobar que si estás con alguna idol mientras sales con alguna de las chicas no pase nada— Terminó de bajar en mi entrepierna.

Ya que ambos estábamos en su casa, llevabamos algo ligero, siendo muy fácil sentir todo por encima.

Noté como dejó su mano un par de segundos, separándose después. —Pasaste, para ser hombre ni con estimulación pasó nada— La miré incrédulo.

—Ahora estoy aún más convencida, serias la pareja perfecta— Me señaló. —Solo te hace falta salir de ese hoyo y ser un poco feliz— Sonrió.

— ¿Y si eso me estaba gustando pero simplemente puedo controlar mi cuerpo? — Cuestioné, haciéndola reír.

—Estás insinuando que te gusto yo entonces, me sentiría alagada, pero al ser una mentira se siente un poco feo— Me miró como una madre ve a su hijo cuando le dice una mentira muy obvia.

A decir verdad, después de tantos años, Jihyo y las chicas eran verdaderamente mis hermanas, algunas más que otras por la cercanía, pero ni con el gusto que pude llegar a tener de más niño, ni así podía sentir un impulso sexual a ella.