[81]

48 8 1
                                    


Aunque quisiera hablar, mis palabras no iban a salir, tampoco creo que fueran a cambiar algo, solo me dejé llevar.

Empecé a retorcerme un poco por todos los estímulos que ella me estaba generando, a decir verdad, también era mi punto débil.

Intentaba arquear mi cuerpo hacia abajo, intentando evitar que sintiera lo que estaba generando, pero ella solo se acomodaba para comprobarlo más.

Estaba acorralado sin salida, me iba a dar algo, era demasiado de golpe, probablemente nunca me había latido tanto el corazón, tampoco con tantísima fuerza.

—Creo que si era verdad… — Escuché al parar, levantándose un poco. Cuando pensé que se iba a quitar, se sentó en mi entrepierna, eso si, buscando una forma cómoda, ya que a la primera no lo logró.

—Lo siento por no notar que te gustaba… — Dijo en esa situación. —También lo siento, creo que me gusta ponerte en estas situaciones— Ladeó un poco su cabeza, sonriendo culpablemente.

—Qué pasa si… — Empezó a moverse un poco hacia adelante y atrás, empeorando el que quisiera disimular cualquier cosa.

— ¿Estás bien? — Preguntó tomando mis mejillas al notar que tenía una cara extraña y con los ojos cerrados.

—Solo estoy… — Dije intentando regular mi respiración. —Aguantando… — Dije después notando como soltó mis mejillas, ahora sintiendo una de sus manos apoyadas en una de mis piernas, empezando a moverse más y más.

—Ya no tienes porqué aguantar o disimular… — Escuché, siendo aquello como soltar uno de mis frenos, empezando a moverme un poco también.

Parecía que tampoco era el único disfrutando de la situación y movimiento.

Cuando abrí los ojos, mirando hacia Dahyun, ella en medio de todos esos movimientos estaba mirando hacia arriba, no tanto por vergüenza, realmente ambos lo estábamos gozando.

Dejé de apretar la cama con las manos, pasando a acomodarme bien con una, moviéndome con más soltura y la otra en una de sus piernas.

Notando esto, pasó a verme, ahora viéndonos directamente.

Sin mediar palabras, solo viéndonos mientras ambos nos movíamos.

Después de un muy buen rato, sentí como perdió un poco de fuerza en su mano, empezando a temblar un poco también, estaba en su límite, y yo también, aunque hubiera entrenado tanto mi cuerpo, todo eso se había ido a la basura por tener a alguien que realmente me gustaba, ya no tenía control propio, ella me lo quitó.

Y ella no conocía el poder que tenia tampoco, siendo obvio que no conocía esa sensación.

A decir verdad, casi por impulso quería darle la vuelta a la situación y al estar encima, poder estimular mucho mejor con mi mano, pero de por si no nos habíamos dado un beso.

Y antes de pensar más, ambos llegamos al punto perfecto, en equilibrio.

Sombra - Dahyun & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora