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Un vez sabiendo lo que tenia que hacer, me levanté, sentándome delante de ella, viendo con más claridad como se iba tocando.

Ella tomó una almohada y se la puso detrás de su cabeza, viéndome directamente en todo aquello.

Si bien siempre consideré que tenia resistencia sobrehumana al estilo sexual, principalmente adquirida en base a traumas, increíblemente Dahyun me había tramado, si, pero al revés.

Yo también empecé a tocarme un poco, para desahogarme, me daría un infarto si todo seguía tal cual.

Si bien esto era nuevo para ella, no tardó en encontrar su comodidad y punto más sencible, notandolo por pequeños espasmos que estaba teniendo.

Aunque leves y rápidos, no tan perceptibles, además de lo que se tomó, también estaba expresando placer con su respiración y gemidos.

Ni en un millón de años habría pensado que la tendría así delante de mi.

Aunque ninguno estuviera hablando, solo nuestros sonidos tenues eran la gasolina para que el otro siguiera.

Y yo estaba alcanzando mi límite, en el de tener control de mi mismo y no lanzarme hacia ella.

Siempre que llevaba poca ropa aprovechaba para abrazarla y llevas mis manos hacia esos puntos, sintiendo su suave piel.

Y la luz blanca solo había que brillase más, únicamente su vergüenza y otras pequeñas partes de ella teñian su piel de rosado, siendo equiparable a la nieve más pura.

—Voy a ser algo egoísta hoy— Me levanté, viéndome y parando en el acto. — ¿Me harás algo? — Preguntó, entre emocionada y asustada.

Me acerqué a ella, arrodillandome frente a su entrepierna. —Por hoy no vas a necesitar de tu mano— La tomé, quitándola.

Abrí un poco más sus piernas, viéndome directamente. Me acerqué más a ella, empezando a usar mi lengua siguiendo lo que le había enseñado antes, además de copiar cuando tenía espasmos, tomando de inmediato las sábanas y apretando con sus manos.

Estaba tan en las nubes que podía sentir incluso dulzura en todo lo que mi lengua estaba probando, no había un ápice de otro sabor.

Después de un momento una de sus manos fué a mi cabello, ayudándome ella, ya que estaba algo largo y caía cerca de mi boca, teniéndolo ella ahora, aunque también le servía para pegarme más a ella.

Podría usar mis manos para amplificar un poco más desde dentro, pero aunque muy probablemente no hubiera problema, quería que eso si fuera especial.

Además de con una sostenía una de sus piernas y con la otra seguía conmigo, no tenía edad para morir tan joven, menos en esa situación.

Finalmente después de unos cuantos momentos, dado que no tenía percepción del tiempo ya, ella empezó a tener espasmos mucho más fuertes, además notandolo en como ahora me estaba jalando del cabello algo brusco y sin control.

Sin embargo, era hora de tomar su otra pierna y usar la fuerza para mantenerla quieta, siguiendo y siguiendo.

Sombra - Dahyun & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora