Sombra - Dahyun & Tú.

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— ¿Ya estás despierto? — Escuché luego de haberme estirado. — ¿Dormí de más? — Pregunté relajando mi cuerpo, sin abrir los ojos aún, pero podía sentir la luz solar ya.

— ¿Tenías algo por hacer hoy? — Preguntó, a lo que negué volviendo a estirarme. —He estado contratando más y más gente para no tener que trabajar tanto— Volví a relajar mi cuerpo, ahora sentándome en la cama.

—Lo hice antes de que estuviéramos juntos, pero ahora voy a contratar más personas incluso— Abrí los ojos, costandome un poco por no tenerlos acostumbrados aún.

—Pensaba que querías seguir trabajando— Río un poco. —Ya trabajé demasiado siendo la sombra qué moldeó la industria, tengo que aprovechar que lo único que quería se me cumplió— Una vez podía ver mejor, empecé a buscar a Dahyun, estando a un lado de mi.

Sin mediar palabra alguna, me acerqué a ella, abrazándola y acostandonos un momento.

— ¿Tanto querías estar conmigo? — Preguntó en broma. —Siempre he sido realista o pesimista, pero vivía por esa pequeña posibilidad— Respondí.

— ¿Por qué yo habiendo tantas otras peesonas? — Aunque seguía en la misma tesitura, pasó a estar un poco más seria.

—El amor es una magia— Dije primeramente. —Puedo explicarte mil y una cosas biológicas y mentales, una vez que las conoces entiendes todo lo que pasa, pero aún así el amor no— Añadí.

—No puedes explicar una simple fantasía, por eso es una fantasía— La miré directamente.

— ¿Por qué yo? — Le pregunté yo a ella. — ¿Puedes explicarme esas cosas de antes? — Pidió. —Estoy segura que hay muchas cosas, quizá al haberme gustado de pequeña influya mucho— Añadió.

—Supongo que cuando me viste con Jinni y Sullyoon te frustraste porque no me gustabas tu, ahora que lo pienso, quizá empezaste rechazarme por decirte que me gustó Jihyo incluso— Empecé a pensar.

—No me recuerdes malos momentos— Me empujó ligeramente, dejando de estar abrazados.

—Yo me aguanté un par de infiernos por seguir con ustedes, estaba dispuesto a que me rechazaras incluso— Le dije.

La poca luz solar que traspasaba las cortinas aunque no era tanta, tintaba todo de un color más claro que el oscuro gris de la noche, además de ver mejor al acostumbrarme.

Me apoyé en mis manos, levantándome un poco, para luego ponerme encima de Dahyun.

—Supongo que hasta yo puedo tener un final feliz— Sonreí al verla otra vez. — ¿Tu final feliz es cuando somos novios recién? — Se burló, mirando a mi mano derecha, empujandola y atajandome con sus manos, tampoco pesaba demasiado por toda la actualidad, así que no le costó tanto.

— ¿Por qué tu final feliz no puede ser cuando nos casemos? —  Preguntó estando a escasos centímetros de mi ahora, empezando a abrazarme.

— ¿Por qué nuestro final feliz no puedo ser con hijos? — Cuestionó.