Sombra - Dahyun & Tú.

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— ¿Por esto me trajeron y se juntaron las nueve? — Reí. —Queremos comprobar que nos dices la verdad— Apoyó una mano en la mesa Dahyun, siendo más dominante.

—Vamos a apostar— Hice un repaso con la vista a todas. —Voy a mentir todas las veces menos una, tienen que averiguar cuál es la verdadera— Empecé a ver el detector de mentiras.

— ¿Qué ganamos nosotras? — Preguntó Jeongyeon. —Voy a ser su sirviente por una semana de cada una— Expliqué. —Aunque vivan tres juntas, serán tres semanas, una por cada una— Añadí, mirándose todas con muchas ganas de ganar.

—Y si gano yo voy a tener un cupón para hacer algo, lo que yo quiera, lo usaré algún día, probablemente no ahora ni cerca— Señalé un dedo, aceptando todas de inmediato.

Me coloqué el detector, relajando mi cuerpo entero por ende, bajando mis pulsaciones mucho.

—Empiecen— Miré a Tzuyu. — ¿Estuviste con Sullyoon porque se parece a Sana y a mi? — Empezó fuerte, sorprendiendome, pero aún así respirando lo suficientemente bien para mantener mis pulsaciones perfectas.

—Si, por eso me llamó tanto la atención físicamente, además de que es mucho como Sana, pero sin intentar besarme a la mínima— Respondí, sonando claramente a mentira.

— ¿Es cierto que eres quien piensa todas nuestras bromas? — Cuestionó ahora Chaeyoung, queriendo averiguar el cómo me veía mintiendo, ya que ella y todas sabían que éramos ambos los genios malvados por igual.

—Tú solo te me unes cuando ves que tendré éxito, mi mente funciona demasiado bien para las cosas malas— Le respondí sereno.

El detector de mentiras no captó lo más mínimo en ambas veces.

— ¿Te gusta alguien y no nos lo estás diciendo? — La pregunta pasó a Dahyun, siendo más especifica y profunda.

—Si, desde hace más de un año me gusta alguien, tampoco es como que tenga sentido decirlo, es imposible que pase— Respondí, evitando la mirada un poco más rápido.

— ¿Quién de nosotras tres quieres más? — Pensó rápido Mina. —Por suerte puedo mentir todo lo que quiera, Momo— Confundí a la nombrada en cuestión.

— ¿Hay algo que no me hayas dicho alguna vez? — Finalmente Jihyo puso el punto de quiebre, ella no lo sabía, pero Dahyun si, si decía la verdad o mentira lo sabría.

—Primero quiero poner una única regla— Le señalé con un dedo. —Solo quien pregunta puede decir si estoy mintiendo o diciendo la verdad, por lo que solo tú puedes decidir— Aclaré, aceptando todas.

—Conoces hasta mi propia alma, no tengo porqué guardarte secretos innecesarios— Le di poca importancia, no mintiendo ni diciendo la verdad en si.

— ¿Te casarías conmigo cuando dejen de hacerte trabajar de esto? — Señaló Sana. —No, no me casaría contigo, me matarías de ternura antes siquiera— Le aclaré, no sabiendo como tomarlo.

— ¿Qué quieres hacer después de que seas libre? — Cuestionó Momo, dejando mucho más abierto mi rango.

—Casarme con alguna de ustedes— Respondí rápidamente.

— ¿No quieres vivir conmigo? — Ahora miré a Jeongyeon. —Nunca me lo pediste, me gustaba vivir con mi madre, y tú eres la que más me trata como ella— Expliqué.

— ¿Te consideras mejor que todos los otros aprendices de la compañía? — Se sentó en la mesa Nayeon.

—Objetivamente lo soy en todos los sentidos, desde el artístico hasta mentalmente, soy la perfección hecha persona— Le dije directamente.

Finalmente, el detector pasó, no sonó en ningún momento.

—Ahora bien— Me lo quité. —Cada una díganme si piensan que lo que les dije es verdad o mentira— Me limpié el sudor de la mano.

—Mentira— Empezó Tzuyu. —Mentira— Siguo Chaeyoung, desperdiciando su oportunidad básicamente. —Mentira— Siguió Dahyun.

—Mentira— Pensó Mina. —De por si es cruel que me pongan a elegir entre quienes quiero más— Añadí.

—Verdad— Finalmente la única en cambiar hasta el momento fué Jihyo. —Falso— Siguo Sana. —Después te doy un abrazo, pero no me beses— Respondí yo.

—Verdad— Nos sorprendió a todos Momo. —Verdad— Le siguió Jeongyeon. —Falso— Terminó Nayeon.

—Gané— Alcé los brazos. —De hecho dije dos verdades— Suspiré.

— ¿Cómo quieres que te creamos si no nos dices cuales fueron? — Objetó Dahyun. —Nunca me pidieron que aclarara, solo querían ver si la maquina sonaba, y no lo hizo— Me burlé.

—Además, no acertaron ninguna de las dos verdades que dije— Me acomodé en la silla.

—Ustedes debatan sobre cuál fué verdad y cual mentira, aunque dije un par muy obvias, las demás solo las sabrían si estuvieran en mi mente— Añadí.