Sombra - Dahyun & Tú.

[146]

— ¿Venus? — Pregunté al verla tan curiosa. Asintió. —Es fácil de ver desde la tierra— Dijo. — ¿Por qué hay un planetario construido aquí? — Me cuestionó después, quizá al darse cuenta de que era yo. —Me gusta la física— Alcé los hombros, aunque eso era cierto.

—Yeseo, ¿No? — Pregunté ahora yo, conociendo bien a la mayoría de las personas que trabajan allí, idols o personal simplemente. Asintió.

—Llegué algo tarde para darles el contrato como Kepler a todas aquí— Opiné. —Son cosas que pasan— Empezó a ver las distancias entre los pequeños planetas, tampoco podía pasarme de presupuesto y hacerlos enormes.

—Intenté pedirlos a escala real— Le dije, ganando un poco de su atención. —Pero cuando me dijeron que la tierra tendría que estar cerca de la entrada y el sol en la avenida, lo hicimos así— Reí un poco yo mismo recordando aquello, ella también.

— ¿Siempre fuiste bueno en la física? — Preguntó ahora. Negué rotundamente. —Es una relación de amor y odio— Aclaré. —Podrías decir lo mismo de cuando actuo, pero al revés— Empecé a acercarme a la tierra.

—Siempre fuí horrendo en la física teórica cuando estudiaba, pero cuando estaba aburrido solía estudiar astrofisica, cuántica, incluso la nuclear— Le di un par de vueltas al globo terráqueo.

—Es como si intentara ser bueno pese a que se la realidad— Le di poca importancia.

— ¿Y en la actuación? — Se fué acercando un poco. —Eres muy bueno, aunque los papeles en los dramas populares no dan mucha libertad— Empezó a ver la luna ella. —Que me digas que soy buen actor es un halago— Paré de darle vueltas al globo, quedando mi dedo en Alemania.

—No me gusta tanto actuar, simplemente se me da muy bien— Revelé, siendo una de las pocas personas que ahora lo sabia.

—Aquí vas a tener más estabilidad en general, voy a invertir más en el departamento de actuación— Le dije, con ganas de irme.

— ¿Por qué quieres que te recuerden? — Escuché detrás. Y aquello, era básicamente lo que obligaba a mi ser a no pensar nunca.

—Quizá algún día consigas un gran papel fuera de Corea y ganes un Oscar— Propuso. —O sigas ganando más premios en la música— Volteé un poco.

—Creo que estoy bien así— Me mentí a mi mismo. —Se que nunca has tenido una buena gestión y quizá eso te ha costado oportunidades, pero yo solo quiero paz— Seguí con aquello.

—Solo quiero que los que están cerca de mi me recuerden bien, como lo que de verdad soy— Volví a darle la vuelta.

Nunca respeté mis límites antes.

Era como el cuento de Icaro, cuando no tenía lo que se necesitaba hice de más, ahora que lo tengo todo, no quiero hacer nada.

Antes mis alas se quemaron, ahora me estaba ahogando en mi propio mar.

Aunque algo era seguro, todo lo que me dijo caló profundo muy probablemente sin ella quererlo o imaginarlo, de ahora en adelante no iba a poder pensar en Yeseo sin venus al lado.