{132}

20 5 0
                                    


— ¡Nayeon ponte ropa! — Le grité dando media vuelta y tapando mis ojos. — ¿Me estás empezando a ver como una mujer? — Empezó a acercarse, rodeando mi cuello y pegándome a su torso desnudo, sintiendo muchas cosas e intentando despegarme.

— ¡Tienes veinticuatro y yo dieciséis! — Le aclaré, aunque le importaba más bien poco. —Pero si aunque ambos quisiéramos no sería delito, aunque si tu me lo pidieras… — Siguió sosteniendome, pero ahora pasó a estar delante de mi. —Podría esperarte hasta que cumplas años— Sonrió. La tomé del estómago con la mano abierta, empezando a empujarla, hasta que me soltó.

— ¡Es broma! — Empezó a reír. —Pero tenme en cuenta… — Dijo al parar de reír, empezando a estirarse, ayudándole a su figura la luz tenue de la luna.

—Hazme ese tipo de bromas cuando sea mayor de edad— Dije ya cansado. —Las hago porque me rechazas mucho, de por si es fácil convencer a cualquier hombre con lo mínimo— Explicó. —Y tú ni con todas las hormonas del desarrollo me miras diferente… — Empezó a buscar algo, suponía que más ropa.

—Que tenga mucho auto control no significa que me tortures— Dije en voz alta. Mientras terminaba de decir eso empezó a recoger su cabello y lo ató.

— ¿No ibas a ponerte ropa? — Dije al verla solo hacer eso y pasar a verme. — ¿Por qué debería de ponerme más ropa con el calor del verano y en mi propia casa? — Cuestionó, quitando el contexto, perfectamente normal, ahora, conmigo ahí, ya no tanto.

—Entonces… — Tomó mi mano, lanzandome de forma inesperada a su cama. —Si usaste la palabra tortura, significa que es porque te gusta pero no quieres… — Parecía ir un poco más en serio. — ¡Se acabó! — Tal cual caí, me levanté. —No voy a volver si no está Momo y tú no quieres controlarte— Empecé a caminar, esquivando a Nayeon.

— ¡Lo siento! — Si bien había esquivado su cuerpo, atajó mi mano. Hice un poco de fuerza, pero aún así ella la tomó la mía con ambas de ella.

—Se que me pasé esta vez— Dijo más calmada, pasando a verla un momento, aprovechando ella para soltarme y hacerme seña de que esperara un momento, viendo como salió corriendo a buscar una blusa.

—Ponte algo más oscuro, es tan trasparente que puedo seguir viendo todo— Voltee, escuchando como empezó a cambiarse.

—Mucho mejor— Suspiré al ver que llevaba una camiseta de botones grande, no abotonada del todo, pero si cubriendo lo crucial.

—Es que me gusta molestarte con esto porque eres el único hombre que si se resiste… — Se intentó excusar. — ¿Entonces qué pasaría si no pudiera? — Dije indignado.

—Si algún día quiero tener algo con alguna de ustedes, se los diré directamente, me pareces de las mujeres más lindas que he conocido, pero eres Nayeon— Le aclaré, invirtiendo los papeles de las edades.

Sombra - Dahyun & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora