Sombra - Dahyun & Tú.

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—Mudarme contigo fué la mejor decisión que pude hacer… — Dijo acaba de levantar y viéndome cocinar. —Esta era mi rutina diaria de por sí— Respondí aún viendo lo que hacía. —Aunque no me quejo por tener que cocinar el doble— Paré, siendo el paso próximo el tiempo, esperar.

—De hecho me gusta más así, cocinar para uno era algo triste siempre— Sonreí al verla tan desaliñada en comparación a las cámaras, o de por sí, un mínimo arreglo.

— ¿Triste? — Se cuestionó. —Jihyo nunca me dijo nada de eso, solo que debería aprender— Empezó a recordar, empezando a acercarme a ella.

—Nadie cuenta las malas cosas— Le di un abrazo. —Es como nuestras vidas— Me separé un poco, viéndola más de cerca. — ¿A qué aburrido le gustaría leer mi vida tan mala? — Le pregunté. —En cambio la tuya es linda e interesante— Puse en balanza. Me devolvió el abrazo.

—A mi me va gustando, no todas las historias tienen que ser de un protagonista cumpliendo su sueño por un camino de rosas— Respondió pegada a mi pecho.

— ¿Le has contado a tu madre de nosotros? — Se separó un poco, viéndome ahora ella. —He estado tan ocupado que lo poco libre que tengo lo uso contigo— Respondí.

—La próxima vez que me llame le contaré alguna que otra cosa, casi descubre que me gustabas hace un tiempo— Empecé a recordar. — ¿Somos las únicas tontas que no sabíamos que era yo? — Se separó indignada. —En defensa de ustedes, mi madre me conoce tan poco ya que piensa que me gusta alguna solo cuando la nombro— Expliqué.

—Y Boyoung parecía que me estuviera leyendo, pero incluso Jihyo no se dio cuenta— Le recordé.

—No te imaginas los dolores de cabeza que me dabas cuando te ponías cariñosa… — Me senté en el sofá que teníamos a un lado.

—Creo que no era la única aguantandose cosas… — Se dejó caer a mi lado. —Eres la única que rompe mi control sobre mi mismo, soy hombre, se me notan las cosas, el lado bueno es que eres medio ciega— Suspiré, ganándome un empujón.

—Podré no ver bien pero siento muchas cosas— Empezó a llevar una de sus manos por mi pecho, teniendo de por una pierna entre medio de las mías, acercándose más y más.

—Llegados a este punto— Apoyé una de mis piernas, acercándome más a Dahyun y haciendo que ahora ambos sintieramos mucho más de cada uno.

— ¿Puedo pedirte algo? — Dijo casi susurrando. Asentí, pasando mi mano por su espada poco a poco.

—Nuestra primera vez quiero que sea con mucha luz y usando mis lentes— Pidió, no entiendo tanto.

—Nunca me contaste realmente nada de lo que hiciste con Sullyon, por suerte… — Subió su mano a mi cuello.

—Pero conozco las primeras de las ocho muy bien, no me gusta eso de la oscuridad… — Se acercó un poco más a mi. —Quiero ver todo de ti muy bien… — llevó su mano a mi mejilla. —Y lo que me haces y lo que yo te haré… — Sonrió, aunque no tanto por lujuria.