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Pese a que la pregunta de Dahyun iba para Boyoung, todas me miraron a mi. — ¿Qué? -— Les cuestioné, clavando aún más su vista en mi. — ¿Por qué yo? — Volví a cuestionarle, sin tener efecto alguno. — ¡Pregúntenle a ella! — La señalé, pero seguían queriendo que hablara solo yo.

— ¿Saben qué? — Me cansé. —Ya hablaremos otro día— Me di la vuelta, caminando.

De entre todos los días y posibilidades que tenia de estar con ellas, tenía que alinearse ella.

Seguí caminando, yendo al estacionamiento por mi auto. Presioné el botón del elevador, esperándolo, una vez delante y abierto, entré, presionando el piso correspondiente, cerrándose la puerta.

Antes de terminar de cerrarse una mano se metió en medio, abriéndose.

—Esperame… — Dijo una agotada e hiper ventilando Boyoung. Al volver a cerrarse, presioné el mismo piso.

—Tienes que— Seguía agitada. —Ir a un programa de variedades— Terminó de explicar. —Yo me voy en mi auto, tú ve en el tuyo, nos vemos allí— Respondí sin muchas ganas de hablar.

—Asi no es como funciona una manager… — Me miró son una sonrisa tímida. —Yo soy un idol y no funciono como uno, haz lo mismo tu— Sentencié, abriéndose el elevador y saliendo.

—Lo siento… — Me di la espalda al escucharle decir eso. —No lo volveré a hacer— Evitaba la mirada. —Me disculpé con las chicas también— Añadió. —De por si te equivocaste de profesión— Me di la vuelta, buscando con la vista mi auto.

—Me sorprende que sabiendo todo lo que he tenido que hacer no me odies— Lo vi, caminando hacia el. —Lo más estúpido que alguien enamorado y no correspondido puedo hacer es querer estar con esa persona— Voltee a verla, queriendo casi llorar.

—Tu conduces, tu auto es más cómodo— Me acerqué a ella. —Sigo sin entender el porqué siquiera te gusté la primera vez, pero solo te pido que no hagas esas cosas— Me arrodillé para verle la cara.

—Si bien estoy enamorado de alguien, dudo muchísimo de la posibilidad de que eso pase, de resto, no me vas a ver con nadie— Pasó a verme la cara.

La primera vez tampoco me creía que tuviera treinta, con treinta y dos está igual en todos los sentidos.

—Intentaré que no sea muy incómodo, haz lo mismo— Pedí, empezando a caminar ella.

Quizá su personalidad tan pacífica para conflictos hace que parezca una niña en momentos de importancia, quizá es inmadurez.

No me quedaba claro porque solo era así con temas sentimentales, en cuanto a su trabajo siempre fué una prodigio.

— ¿Sigues enojado? — Preguntó mientras íbamos caminando a su auto. Respondí que si fonéticamente.

—De por si antes las veía poco, ahora las veo aún menos— Expliqué. —Estoy a explotar de cansancio y estrés, además de que la única oportunidad de relajarme un poco ya no existe— Fuí sincero.

—Intentaré qué sus horarios coincidan— Dijo, abriendo su auto, entrando yo en el lado de copiloto. —Ya suenas más a una manager— Le respondí a lo que dijo antes. —Pensaba que era más difícil— Encendió el auto finalmente.

Sombra - Dahyun & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora