Sombra - Dahyun & Tú.

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- ¡Feliz cumpleaños! - Sopló, haciendo que casi me de en el ojo la cosa que hacía ruido. -Fué hace una semana ya... - Intenté quitarle importancia.

-No pudimos estar ninguna, así que decidimos venir cada que estuviéramos libre, teníamos que celebrar tus diecinueve- Especifico.

-Ya es muy tarde además- Intenté que no fuera a más, pero Dahyun nunca fué de hacerme caso, pasando, empuandome un poco en el proceso.

- ¿Ahora no quieres que duerma contigo? - Cuestionó al entrar y darse la vuelta. Negué. -Hace mucho calor y el aire acondicionado no funciona... - Le aclaré la situación, haciéndola pensar.

Me miró, notando la ropa ligera que llevaba. -Supongo que uno dormiría en el suelo y el otro en la cama- Le dio muy igual.

-No harás que me vaya de ninguna forma- Añadió. -Escuché lo mal que lo pasaste en la compañía la semana pasada- Se sinceró. -Odio escuchar que lloras por algo, y que me hayan dicho que estabas solo y llorando es algo que no me puedo perdonar- Se abalanzó sobre mi, tomándome del cuello.

-Veamos algo juntos, juguemos, ya no estás solo- Dijo mientras en eso. -Lo dices como si fuera un niño pequeño- Respondí. -Para mi lo sigues siendo- Se burló.

Noté que lo que llevaba en la parte de arriba dejaba expuesto su cintura, pasando mis manos ahora a hacerle cosquillas, haciendo que usara más fuerza en sus manos, dando unas cuantas vueltas y terminando en el sofá.

Al final terminé ganando, soltandome del cuello, pero aún así siguiendo con las cosquillas, quedando encima de ella a mi completa disposición.

- ¡Para! - Gritó riendo aún. - ¡Dijiste que jugáramos y que soy un niño pequeño! - Le aclaré, viendo como entre todas las risas y movimientos prácticamente nuestras entre piernas estaban a centímetros de estar juntas, intentando ponerme en otra posición, aunque en pleno proceso ella estiró su pierna, empujando la mía y cayendo por perder mi soporte.

Al estar mal colocado, caí con todo mi peso encima de ella, sintiendo todo de ella, y ella todo de mi.

-Lo sien... - Intenté disculparme y moverme, pero al subirme, aprovechó el mínimo momento para usar mi propia fuerza en mi contra, pasando a estar encima de mi.

-Estamos jugando... - Sentí como se dejó caer en mi pelvis, alzando mi camiseta y empezando a hacerme cosquillas.

Definitivamente no estaba preparado para eso, era experto en controlar mi cuerpo y lenguaje físico, pero que la chica que me gustaba estuviera tocándome y encima de mi entre pierna era algo que ni para mi era posible.

En todo eso, tuve que sacar mi verdadera fuerza, tomarla de las manos y volverla a poner debajo de mi, sorprendiendose por mi cambio de actitud.

Ahora estaba bien colocado, tenía bien puesto mi centro de gravedad, si caí iba a ser en una de sus piernas, mis ambas manos tenían sujetadas a las de ella.

-Sana me dijo que tu cuello es tu punto débil... - Le dije, mirando lentamente desde su rostro. -Espera... - Me paró. La miré, esperando por lo siguiente. - ¿Estás con alguien? - Cuestionó, teniendo una mirada de vergüenza, negué.

-Juguemos entonces... - Evitó la mirada, dándome más espacio para besar su cuello y que se empezara a retorcer.