Sombra - Dahyun & Tú.

[92]

—Dahyun… — Dije medio suspirando. — ¿Si? — Se sentó a mi lado, acostandose después.

—Quizá me retire pronto— Le revelé, dándome la vuelta. —Me gusta mucho la música aún, pero ya no soy el mismo— Dije mirando al techo.

—La gente me sigue queriendo, pero ya no me siento digno— Seguí.

—En el poco tiempo que fuí su manager, me di cuenta que me gustó— Mentí nuevamente.

—Ahora quiero ser bueno, quiero rehacer mi vida— Terminé.

Sentí un golpe, no muy fuerte, en la boca del esófago, haciendo que por inercia me sentara.

— ¿La cárcel te dañó tanto la cabeza? — Escuché un regaño. — ¿Dónde está el niño que era el mejor en todo por cinco años seguidos? — Seguía con su regaño.

— ¿Lloraste conmigo al enterarte que no habían programado grupos masculinos para esto? — Ya solo estaba en la misma posición por no querer verla.

—No cambies por mi— La miré de reojo, estando visiblemente enojada. —Las pocas veces que me enseñabas tus canciones eran de las veces que podía pensar en ti románticamente— Me levanté un poco más.

— ¿Por qué te quieres mentir a ti mismo? — Preguntó, notando como detrás de ella estaba yo otra vez, aunque de pequeño, con el cabello blanco además.

—Yo… — Intenté desviar la mirada. — ¿Por qué quieres mentirte y hacer como si la música no fuera parte de tu ser? — Tomó mis mejillas, haciendo que volteara a ella, siguiendo todo igual.

—No quiero perderte… — Revelé. —Recién estamos juntos, ya no soy la misma de antes, ni siquiera estamos en la misma situación— Intentó consolarme.

Tomé una de sus manos, luego llevando ambas mías a la de ella, bajando al final la otra, terminando con nuestras manos entrelazadas.

— ¿Recuerdas cuando te dije que no te enamoraras de mi? — Pregunté viendo nuestras manos. —Una cosa es saber que hice de todo con todos, pero cuando veas el resultado, como me tratan— Intenté seguir pensando.

—Quizá Jihyo lo soportaría, pero quizá no soportes la cara de asco que otros pongan cuando se mencione mi nombre— Alcé la vista, viéndola sería.

— ¿Por eso quieres desaparecer ahora? — Cuestionó, dando en el clavo.

— ¿Qué dirán tus padres de mi? — Le recordé. —Es mi vida, yo quería estar contigo desde antes, el que me frenaba fuiste tú— Con su otra mano me señaló, sonriendo un poco.

—Puedes abandonarlo todo por mi, no es algo que me guste, pero al menos puedo entender esa decisión— Soltó mi mano.

—O puedes rehacer tu carrera artística y hacer que todos te quieran de verdad— Indicó.

—Si incluso yo pude amarte en todos los sentidos al conocerte bien, ¿Por qué no podrías callarle la boca a todos? — Prácticamente era un regaño pero muy positivo.

—Si tanto quieres estar conmigo, mejora tanto tu reputación para que mis padres estén orgullosos de que seamos pareja— Levantó un poco su mano, llevándola a mi pecho, empujandome y volviendo acostarme.

—No pienses en cómo vamos a terminar cuando recién empezamos— Se recostó también, pasando su mano por encima de mi, acurrucadosé.

Volteé en dirección donde me había visto antes, estando allí, sonriendo, luego desapareciendo.

Todo estaba bien, todo estaría bien.