Sombra - Dahyun & Tú.

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—No pensé que tendría que volver a venir— Empezó a ver la compañía mientras caminábamos. —Es solo un último papel que firmar— Suspiré.

—Ya vamos a debutar al menos— La miré más feliz. Más pronto que tarde llegamos al despacho legal de la compañía, firmando ambas en un par de minutos.

Una vez fuera, tenía planeado despedirnos, ya que desde hacía días venían las practicas del debut.

Aunque las tres mayores, prácticamente Nayeon empujando a un visiblemente deprimido TN.

— ¿No es ese el extranjero? — Preguntó mi madre susurrando, sorprendiendome de que aún lo recordase, habría pasado como mínimo un año desde la última vez que lo nombre frente a ella.

Le confirmé, llegando ahora los cuatro con nosotras.

—Ya te dije que nada es para siempre— Le regañó con desganada Nayeon, después percatandose de nosotras.

— ¿Está perdido? — Bromeó mi madre. —Rompió su primera relación, solo lo estamos intentando animar— Le quitó importancia Jihyo.

—Me están haciendo trabajar, no estoy triste, tampoco era mi novia— Le respondió. Si bien, la primera vez que le dije algo de él, era que no hablaba coreano, no se percató de que eso había sido hacía años.

— ¡Oh! — Dijo sorprendida. —No había visto a un extranjero tan joven hablar coreano— Paso a hablar directamente con el.

—Habla tres idiomas ya, además de que saca diez en todo— Lo presentó orgullosa Jeongyeon.

— ¿Cuánto llevas practicando? — Le preguntó mi madre. —Cinco años, aunque quizá no llegue a debutar como ellas— Sonrió triste, haciendo que todas lo miraran sorprendidas.

— ¡¿Qué dijiste?! — La misma Jeongyeon que lo había presentado orgullosa ahora le dió la vuelta para verlo de frente.

—Mira a Jihyo, a los otros también quieren hacerlos por supervivencia— Dijo aunque en voz menos alta.

—Es que sigue triste por lo de su relación— Empezó a llevárselo, yendo Nayeon detrás.

— ¿Son muy cercanos? — Preguntó mi madre riendo al ver la escena. —Yo soy como su madre, ellas dos un poco lo mismo, intentamos estar más tiempo con él ahora, después de debutar será casi imposible— Aclaró más la situación Jihyo.

Poco más Jihyo fué con aquellos tres.

—Es físicamente lindo, aunque siempre lo imaginé rubio de ojos azules— Opinó mi madre. —Pero no lo necesita realmente— Me miró después.

— ¿Qué piensas de él ahora? — Me preguntó. —Es el amigo de nuestro grupo— Respondí. —Pienso lo mismo físicamente, pero somos muy distintos— Desvíe la mirada.

Empezamos a caminar a la salida.

— ¿Aunque una relación con catorce no es muy rápida hasta para los occidentales?  — Opinó mientras seguíamos caminando.

—No conozco muy bien el tema, pero solo se estaban burlando, le gustó una chica y les dijo que les gustaba, algo pasó y dejaron de hablar— Aclaré.

—Entonces es solo un chico normal— Le quitó peso. Asentí. —Es lo más normal que puedas ver por la calle, solo llama la atención porque es extranjero— Opiné yo, después de conocerlo tampoco fué un milagro.