Narra Samantha
Mi mente estaba completamente en blanco, cuando abrí los ojos, mi vista se fue aclarando poco a poco y lo único que vi fue el cielo y el rostro de un ángel que me acariciaba la mejilla. Me sentía desorientada, no sabía qué estaba pasando. ¿Acaso estaba muerta? Quería levantarme, pero mi cabeza daba vueltas como si me hubiese subido a un carrusel.
María Elisa: ¿Estás bien?
Samantha: eh... creo que sí... ¿qué pasó?
María Elisa: Te desmayaste.
Roberto: Hay que llevarte a un hospital.
Samantha: No, no es necesario
El rostro de esa mujer se me hacía conocido, pero estaba tan mareada que la veía borrosa. Intenté ponerme de pie pero me tambaleé y casi me caigo, por suerte, mi ángel estaba ahí para sostenerme. Digo mi ángel, porque ni siquiera pude verla con claridad.
María Elisa: Con cuidado (mientras me sostenía)
Intenté mirarla, pero nuevamente sentí como el suelo desaparecía debajo de mis pies y todo volvió a ponerse oscuro. Cuando volví a abrir los ojos ya estaba en lo que parecía ser un hospital. Mis ojos volvieron a cerrarse, estaba agotada y soñolienta. No se cuánto tiempo pasó pero cuando volví a abrirlos vi el rostro de Erika, mi compañera de cuarto y mejor amiga.
Erika: (con desespero) Oh Dios, por fin abriste los ojos Sam, me tenías preocupada.
Samantha: ¿Por qué?
Erika: ¿Por qué? (preguntó con ironía), (comenzó a hablar como un loro sin parar) Me llamaron para decirme que casi te atropellan, que te busque en el hospital, te llamo y no me respondes, llego aquí y te encuentro inconsciente. Dios mío, te he dicho tantas veces que mires a ambos lados cuando cruzas la calle, pero no, cruzas corriendo y sin mirar como si fueses un gato con siete vidas. (toma aire)
Samantha: (riendo) Ya, cálmate. ¡Qué exagerada eres!
Erika: En serio me asusté, Sam.
Samantha: Tranquila, estoy bien, de verdad. (le sonreí mientras extendí mis brazos para abrazarla)
Erika: (suspiró) ¡Gracias a Dios!
En ese momento vi entrar a una mujer vestida de blanco, llevaba una carpeta en la mano y con la otra arrastraba un carrito que parecía llevar una máquina para medir la presión.
Enfermera: (me regaló una dulce sonrisa) Hola, ¿cómo te sientes?
Samantha: Con ganas de estar mi cama. (reí)
Enfermera: Bueno, eso será pronto. (dijo mientras tomaba mis signos vitales)
Samantha: ¿Ya me puedo ir?
Enfermera: El doctor tiene que verte primero, para discutir los resultados contigo y firmar el alta. Por cierto, afuera hay dos familiares tuyos, esperando saber de ti.
Samantha: ¿Familiares? Yo no tengo familia.
Erika: ¡Oye! (protestó) ¿Yo estoy pintada o qué?
Samantha: Lo siento, tienes razón, eres mi única familia. Esos deben ser los que me trajeron al hospital.
Erika: Yo iré, tu quédate ahí, ni se te ocurra levantarte, ¿eh?
Samantha: (rodé los ojos) Sí, mamá.
Reímos.
Minutos después vi cómo Erika entraba con un pequeño arreglo de flores.
Samantha: Wow... ¿De dónde sacaste eso?
Erika: Lo trajo la chica que estaba afuera, son para ti.
Samantha: ¿En serio? Pero.... ¿Por qué?
Erika: La chica me dijo que estaban preocupados por ti y que se encargarían de pagar la cuenta del hospital. (dijo y se encogió de hombros)
Samantha: Tiene una tarjeta, pásamela.
Erika me pasó la tarjeta y comencé a leer el mensaje:
"Un pequeño detalle para compensar el susto que te hicimos pasar. Lamento mucho lo sucedido. Espero que te encuentres bien.
Con cariño, M"
Samantha: ¿M? ¿Miranda? ¿Matilde? ¿María? ¿Melanie?
Erika: Creo que nunca sabremos cuál es el nombre del "atropellador de personas".
Samantha: (reí) ¿El qué? Deja de inventar palabras.
Volví a mirar el arreglo de flores y sonreí. Me pareció un gesto muy bonito de su parte, pero tenía mucha curiosidad de conocer el nombre de esa mujer. Dos horas después, el doctor me revisó y dijo que estaba en perfectas condiciones, así que ambas partimos a nuestro apartamento.
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Gracias por leerme!! No olviden darle estrellita al capítulo si les gustó y dejar sus comentarios!
XoXo, D
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Sin Querer
FanfictionSamantha es una joven universitaria que sueña con ser actriz. Es fiel admiradora de la actriz ecuatoriana María Elisa Camargo. María Elisa está profundamente enamorada de su novio Roberto, a quien conoció en una de las producciones que trabajó. Amb...