Narra Maria Elisa
Esa noche, al llegar a casa, entré a la habitación y me lancé sobre la cama. Me dediqué a observar el techo por unos segundos. Necesitaba un descanso, estaba demasiado agobiada y los pies me estaban matando. Cada músculo de mi cuerpo dolía, incluyendo el corazón. Quité mis zapatos y masajeé mis extremidades, estaban un poco inflamados y rojizos por haber caminado tanto. Cerré los ojos y en ese instante las imágenes de aquella chica invadieron mi cerebro. Era la primera vez que me dejaba ver así de destrozada por un fan, la pobre estaba tan emocionada por verme y yo ni siquiera fui capaz de ofrecerle una foto. Nota mental: "Volver a la cafetería para tomarme una foto con esa chica".
Me quité el maquillaje, me puse una pijama, solté algunas lágrimas y no tardé mucho en quedarme dormida pues realmente estaba muy cansada.
Pasé el resto de la semana ocupada para no pensar en Roberto. Estar sin él ha sido muy difícil para mí, he intentado distraerme con las grabaciones, pero cuando regreso a casa y me encuentro sola, el dolor y el llanto se apoderan de mí.
Esta mañana desperté muy temprano, tenía llamado a las 8:00 am y andaba en modo zombie. Si hay algo que detesto de mi trabajo son los días en que hay que madrugar, soy muy dormilona y mi cerebro no despierta hasta las 10:00am, después del segundo café.
Me di un baño y me puse unos jeans oscuros, una camisa blanca y una chaqueta de cuero. Amo esos días en que no tengo que preocuparme y puedo salir con mi carita lavada sin tener que hacer una rutina completa de skincare, pues el equipo de maquillaje siempre se encarga.
Agarré mis cosas y cuando abrí la puerta para salir, me encontré con Cristina, la hermana que me regaló la producción en la que estoy trabajando.
María Elisa: ¿Qué haces aquí, mamacita? (dije mientras le daba una abrazo apretado)
Cristina: Vine a buscarte para que no llegues tarde, desde que Roberto dejó de ser tu chofer, andas perdida en otro mundo. (en tono de broma)
María Elisa: (reí) ¡Qué exagerada eres! Vamos, pues.
A Cristina la conocí poquito antes de comenzar las grabaciones, cuando hicimos las primeras lecturas de libreto. Es una chica muy dulce y cariñosa. Tiene una energía tan bonita que es muy fácil quererla y hacerse su amiga. Agradezco a la vida por habérmela puesto en el camino.
Cristina: (mientras conduce) ¿Quieres ir por un café antes de llegar?
Estaba sumergida en mis pensamientos, miraba los edificios a través de la ventana del carro y oía la voz de Cristina a lo lejos pero no le estaba prestando atención.
Cristina: (subiendo su tono de voz) ¿Maria?, ¿me estás escuchando?
Maria Elisa: (escapando de mis pensamientos) Perdóname, no te escuché, ¿qué decías?
Cristina: ¿Estás bien?
María Elisa: (soltando un suspiro) Sí...
Cristina: ¿Extrañas a Roberto, verdad?
María Elisa: ¿La verdad? Sí, mucho, me acostumbré a estar con él y a hacer casi todo juntos.
Cristina: ¿Por qué se torturan así? Me consta de que ese hombre te ama, Maria Elisa.
María Elisa: Y yo a él, Cris.... Y yo a él (repetí)
Cristina: (rodó los ojos y se llevó la mano a la cara) ¿Entonces? Dejen de torturase y ámense, bésense, cásense y tengan hijitos... ¿sí? (sonrió)
María Elisa: Ese es el gran problema, él quiere todo eso, y yo no
Cristina: Ay no Maria, que difícil te pones, si le sigues cerrando las puertas al amor, serás la tía solterona
María Elisa: (reí) Probablemente... solterona pero millonaria (reímos)
Cristina: Bueno ya, no puedes seguir así, esta noche nos vamos de rumba, que bailando se quitan las penas
María Elisa: Por favor, lo necesito!
Cuando llegamos al canal, cada una se fue por su lado pues teníamos llamado en diferentes locaciones. Caminé hacia el elevador y presioné el botón para subir. Esperé unos segundos hasta que la enorme caja de metal se abrió, me dispuse a entrar y justo cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, una mano se asomó entre ellas, haciendo que volvieran a abrirse.
****: ¿Maria Elisa?...
María Elisa: ¿Tú?
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Nota de la autora:
Holiiiis!!! Estoy de regreso!!! Lamento haber tardado tanto en actualizar, pero ando súper perdida con el rumbo que quiero darle a la historia.
Les dejo este capítulo, que estaba completo pero decidí dejarlo a mitad para darle un poco más de suspenso. De quién creen que sea esa mano???? (Subo la otra parte hoy o esperan a mañana?)
No olviden dejar sus comentarios que son muy importantes para mí!!! Los leo!!
Xoxo, D
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Sin Querer
FanfictionSamantha es una joven universitaria que sueña con ser actriz. Es fiel admiradora de la actriz ecuatoriana María Elisa Camargo. María Elisa está profundamente enamorada de su novio Roberto, a quien conoció en una de las producciones que trabajó. Amb...