Narrador externo
María Elisa se encontraba sentada en el borde de su cama, con el teléfono en la mano, mirándolo como si fuera un enemigo. Sabía que la llamada que estaba a punto de hacer cambiaría todo. Su mente estaba llena de pensamientos contradictorios, pero en el fondo, había tomado una decisión: Patrick tenía que saber lo que había pasado con Roberto.
Habían pasado unos días desde aquel momento, pero el peso de la culpa seguía ahí, aplastante. Patrick había sido un pilar en su vida, una fuente de estabilidad que ahora sentía que había traicionado. Y aunque había intentado justificarlo de mil maneras en su mente, sabía que no había excusa. Él merecía saber la verdad.
Respiró hondo antes de marcar su número. Los tonos de llamada parecían eternos, hasta que finalmente escuchó su voz.
Patrick: Hola, amor (dijo con su voz cálida). ¿Cómo estás?
María Elisa cerró los ojos por un momento, tratando de calmar el torbellino de emociones que sentía. Tragó saliva, intentando encontrar las palabras adecuadas, pero las emociones la embargaban.
Maria Elisa: Patrick... tenemos que hablar. (con un tono serio)
Hubo un breve silencio en la línea, como si él hubiera notado de inmediato que algo no estaba bien.
Patrick: ¿Ocurrió algo? (preguntó, con tono preocupado)
María Elisa sintió un nudo formarse en su garganta. Su instinto era decirle todo de una vez, pero había algo en su pecho que la detenía. No podía hacerlo a través de una llamada. Le parecía injusto, cobarde. Patrick merecía mirarla a los ojos cuando escuchara lo que tenía que decir.
Maria Elisa: Sí... bueno, es algo que prefiero hablar en persona. (logró decir, esforzándose por mantener la calma)
El silencio al otro lado de la línea se hizo más largo, y pudo sentir la tensión en el aire. Patrick no era ingenuo, podía intuir que lo que ella tenía que decir no era cualquier cosa.
Patrick: Mmm, ¿en persona? (repitió intrigado). Maria, sabes que ahora no puedo. Justo estoy terminando de hacer la maleta para irme a España. Será un caso complicado y estaré allá por varias semanas.
El anuncio fue como un balde de agua fría para María Elisa. Patrick tenía que viajar por su trabajo, lo que significaba que lo que había estado reteniendo tendría que seguir guardado un poco más.
Maria Elisa: ¿Cuándo te vas? (intentando sonar más tranquila de lo que se sentía)
Patrick: Mañana en la mañana. Te lo iba a contar más tarde, pero parece que este viaje se adelantó. Es algo urgente, y no sé cuánto tiempo me tomará.
El silencio entre ambos fue palpable. María Elisa sintió que el mundo se detenía por unos segundos. Quería gritarle la verdad, quería liberarse de la culpa que la estaba consumiendo. Pero las palabras no salían. No podía arruinar su día antes de un viaje tan importante. Además, hacerlo por teléfono solo haría que todo se sintiera más frío, más cruel.
Maria Elisa: Está bien (sintiendo un nudo en la garganta). Hablaremos cuando regreses.
Patrick: Por supuesto. Sabes que te amo, ¿verdad? Lo que sea que pase, lo resolveremos juntos.
Las palabras de Patrick la atravesaron como cuchillos. Se sentía como una traición cada vez que él le recordaba lo importante que era para él. Y aquí estaba ella, guardando un secreto que podía destruir lo que habían construido.
Maria Elisa: Sí, lo sé... (sintiendo las lágrimas arremolinarse detrás de sus ojos). Hablamos cuando regreses.
Patrick: Te llamaré cuando llegue a España. Cuídate, amor.
Maria Elisa: Tú también (fue lo último que dijo antes de colgar).
El teléfono cayó suavemente sobre la cama, mientras María Elisa enterraba el rostro en las manos. No había sido capaz de decírselo. El peso de la verdad seguía ahí, más pesado que nunca.
***
Mientras tanto, en la mente de Roberto...
Roberto también estaba inquieto. Aunque intentaba seguir su día a día, cada vez que pensaba en María Elisa, un nudo de ansiedad se formaba en su estómago. No sabía si María Elisa ya había hablado con Patrick, pero cada día que pasaba sin recibir noticias lo atormentaba más.
Quería saber, necesitaba saber qué estaba ocurriendo en la vida de María Elisa, pero no podía preguntarle sin parecer desesperado. El silencio de ella lo estaba volviendo loco, y aunque trataba de centrarse en su trabajo, la culpa y la incertidumbre lo mantenían en un estado constante de alerta. ¿Qué significaba este silencio? ¿Había decidido quedarse con Patrick y continuar con su vida como si nada hubiera pasado?
A pesar de todo, había algo que Roberto no podía ignorar: todavía amaba a María Elisa. Y aunque sabía que la situación era complicada y que el silencio de ella lo lastimaba, mantenía viva una pequeña esperanza de que, tal vez, en algún momento, ella lo elegiría a él.
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Nota de la autora:
Cómo creen que tome Patrick esa noticia?? Estamos en la recta final, últimos capítulos!!
No olviden votar y dejar su comentario!! Gracias por leerme!!
Xoxo, D
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Sin Querer
FanfictionSamantha es una joven universitaria que sueña con ser actriz. Es fiel admiradora de la actriz ecuatoriana María Elisa Camargo. María Elisa está profundamente enamorada de su novio Roberto, a quien conoció en una de las producciones que trabajó. Amb...