Capítulo #27: Riesgo en el set

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Narrador externo

Roberto y María Elisa estaban sentados en el sofá, él la estaba ayudando a repasar las líneas del libreto. La luz suave del atardecer se filtraba por las ventanas, creando una atmósfera cálida. Mientras Roberto leía en voz alta una de las escenas, su mirada se detuvo en un párrafo que describía una escena de riesgo.

Roberto: Mari (levantando la vista del libreto), ¿vas a usar un doble para esta escena?

María Elisa, concentrada en su papel, apenas levantó la vista y negó con la cabeza.

Maria Elisa: No, claro que no. Sabes que nunca uso dobles en mis grabaciones. Me gusta hacer todas mis escenas yo misma.

La preocupación en el rostro de Roberto se hizo evidente. Dejó el libreto a un lado y se inclinó hacia ella, mirándola con seriedad.

Roberto: Por favor, Maria, esta vez es diferente. Estás embarazada. No quiero que pongas en riesgo tu vida ni la del bebé.

María Elisa lo miró, sorprendida por la intensidad de sus palabras.

Maria Elisa: Roberto, no es la primera vez que hago una escena así. Sé lo que estoy haciendo. Además, estoy embarazada, no enferma.

Roberto: ¡Pero ahora no estás sola! (levantó la voz, desesperado). No es solo tu vida la que está en juego. Tienes que pensar en nuestro bebé.

María Elisa se cruzó de brazos, sintiendo que su paciencia comenzaba a agotarse.

Maria Elisa: No puedo permitirme fallar en esto. Tengo un compromiso con mi trabajo. Desde un principio le dije a producción que no iba a utilizar dobles. ¿Qué pensarían todos si empiezo a usarlos ahora?

Roberto: Que estás siendo responsable. Que estás cuidando de ti y de nuestro hijo. Maria, esto no es negociable. Por favor, usa un doble.

Maria Elisa: ¡Ya te dije que no lo haré! (exclamó, levantándose del sofá). No puedo creer que no confíes en mí para tomar mis propias decisiones.

Roberto se levantó también, frustrado. Ambos estaban parados, mirándose con tensión.

Roberto: No es que no confíe en ti, es que me importa lo que te pase. Te amo, y me aterra la idea de que algo pueda salir mal.

María Elisa lo miró, sus ojos brillando con una mezcla de enojo y dolor.

Maria Elisa: Entonces deberías confiar en que sé lo que hago.

Roberto la miró por un largo momento, antes de suspirar profundamente, sacudiendo la cabeza.

Roberto: No quiero discutir más. Haz lo que quieras.

Sin decir nada más, Roberto tomó sus llaves y salió del apartamento, dejando a María Elisa sola con sus pensamientos. Sintió una punzada de culpa, pero rápidamente la apartó. Sabía que tenía que cumplir con su trabajo.

Unas horas más tarde, en el set de grabación, la escena de riesgo estaba a punto de comenzar. María Elisa se encontraba en el segundo piso, preparándose para la toma. La colchoneta estaba colocada abajo, lista para amortiguar su caída. El director dio la señal, y María Elisa se lanzó.

La primera toma salió bien, pero el director pidió repetirla. La segunda vez, hubo un pequeño error en la coordinación, por lo que tuvieron que intentarlo una vez más. En la tercera caída, María Elisa sintió un dolor agudo en el vientre justo cuando aterrizó. El dolor fue tan intenso que la hizo doblarse sobre sí misma, gritando de dolor.

El set, que había estado lleno de actividad y energía, se detuvo de inmediato. Todos corrieron hacia ella, preocupados. Simón fue uno de los primeros en llegar, intentando levantarla, pero se detuvo al ver la expresión de dolor en su rostro. Fue entonces cuando notó que María Elisa comenzaba a sangrar.

Simón: ¡Ay Dios! Que alguien llame una ambulancia. (gritó aterrorizado)

Maria Elisa: (entre sollozos) Me duele mucho...

Juan Fernando: ¿Está herida? Dios mio, está sangrando demasiado.

Cristina sabía que el embarazo de Maria Elisa debía permanecer en secreto pero este era un caso de fuerza mayor. Estaba tan desesperada por su amiga que tuvo que gritarlo para que ella recibiera la ayuda que necesitaba de inmediato.

Cristina: (con lágrimas en los ojos) Está embarazada, por favor, no podemos esperar por la ambulancia, hay que llevarla al hospital ahora mismo.

El pánico se apoderó del equipo de producción, y todos comenzaron a moverse con urgencia para ayudarla. Alguien llamó a una ambulancia mientras intentaban mantenerla consciente y cómoda. María Elisa, entre lágrimas y gritos de dolor, no podía dejar de pensar en el bebé. No quería perderlo. No ahora.

Juan Fernando la tomó en brazos para subirla a su auto pero en ese mismo instante llegó la ambulancia. Los paramédicos la atendieron deprisa para luego subirla y trasladarla al hospital. Cristina subió con ella y aunque estaba visiblemente afectada, tomó su mano para darle apoyo.

Cristina: (con la voz temblorosa y sin dejar de sostener su mano) No cierres los ojos, por favor, quédate conmigo.

Maria Elisa: (entre sollozos) Cris... no quiero perder a mi bebé.

Cristina: Tranquila, vas a estar bien.

Maria Elisa: Llama a Roberto, por favor

Cristina: Ya le avisaron, irá directo al hospital.

Las voces a su alrededor se mezclaban en un torbellino de sonidos mientras luchaba por mantenerse consciente. La ambulancia partió rápidamente hacia el hospital, mientras el equipo de rodaje, aún conmocionado, se quedaba atrás, esperando noticias.

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Nota de la autora: 

Me dolió escribir esto... pero bueno, no todo puede ser color de rosa. Qué creen que pase?? 

No olviden votar y dejar su comentario! Gracias por leerme!! 

Xoxo, D

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