Once Upon A Time

Don't eat the apple

Pasaron años desde la boda, cuando el rey murió, pero dentro de la torre en la que se encontraba Anabeth el tiempo pasaba más despacio, para ella solo habían sido cuatro años.

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-¿Así que ahora que el rey ha muerto tu eres la única reina?- Preguntó Anabeth.

-Supongo que si. Todo el reino está a mi disposición.- Dijo Regina. -Por fin tengo el control. Me pagarán por todo lo que me han hecho, y por lo que te han hecho a ti.-

La niña la miró fijamente a los ojos.

-¿Qué?- Preguntó enfadada.

-Con el paso de los años, te has vuelto más fría de lo que eras.- Advirtió la niña. -No debes sucumbir a la oscuridad.- Cogió su mano. -Hay mucha luz en ti, pero solo tu debes decidir que hacer con el poder que te ha sido otorgado, el bien, o el mal.-

-Me temo que ya es muy tarde para mi, sucumbí hace ya mucho tiempo.-

-Nunca es demasiado tarde.-

-Me sorprende que sigas creyendo en mi de esa manera.- Dijo Regina.

-Jamás perderé la fe en ti, sé que en tu corazón aún hay bondad.-

Anabeth llevaba puesto un vestido rosado de tela fina y recogía su pelo castaño en dos trenzas pequeñas que le apartaban el pelo de la cara, como cuando era pequeña.

-Nadie tiene fe en mi.- Insistió. -Piensan que estoy loca, pero no saben lo que se siente. Todos están al acecho, son como buitres. Una vez te vuelves oscuro no hay vuelta atrás.-

-Si que la hay, nadie puede dictar nuestro destino.-

Regina se levantó de la cama dispuesta a irse.

-Um... Regina, espera.- Pidió la chica. -Llevo cuatro años aquí dentro, y creo que el tiempo aquí pasa más despacio, ¿cuando podré salir?-

-¿Por qué ibas a querer irte? Aquí estás a salvo, y me tienes a mi.- Dijo la mujer. -¿Esque no soy suficiente para ti?-

-¿Por qué dices eso? Sabes que te quiero.- Respondió la niña.

Regina fingió una sonrisa. -Claro que si.- Verdaderamente creía que nadie podía amarla. -¿Cómo podrías amar a quién te encerró en una torre?- Desapareció en una nube morada.

-Yo...- Anabeth se quedó sola. -Seguiré teniendo fe en ti.-

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Al cabo de unos meses, Blancanieves trepó por la torre.

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-Necesito tu ayuda.- Pidió Cora.

-¿Por qué iba yo a ayudarte?- Preguntó Blanca.

-Porque no es por mi por quién debes hacerlo. ¿Recuerdas aquella niña que Regina trajo al palacio? Está prisionera en una torre, ella la encerró.-

-¿Y cómo puedo ayudarla?-

-Debes darle esta manzana, si se la come el hechizo que la mantiene cautiva se romperá.- Explicó.

-¿Y como voy a entrar si hay un hechizo?-

-No entrarás, debes trepar por la torre y lanzar la manzana por la ventana.-
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-¿Hola?-

-¿Blancanieves?- Se extrañó Anabeth. -Vaya, has crecido...-

-Pues tu no tanto.- Dijo Blanca.

-El tiempo aquí es diferente.- Explicó. -¿Qué haces tu aqui?-

-Vengo a sacarte de esta torre.-