Once Upon A Time

You know what I'm talking about

-Storybrooke, presente-

-¿Qué hechizo?- Preguntó Emma.

-Vamos, Swan, sabes perfectamente de lo que estoy hablando.- Insistió Regina. -Todos adoran al Arturo ese.-

-A lo mejor es que él no va por ahí contando secretos. Le dijiste a David que habías estado hablando conmigo.-

-¿Eso era un secreto?- Dudó. -Me mandaron a hablar contigo, les convencí de que no te convenía tenerlos a tu alrededor hablando de como puedes deshacerte de la oscuridad y de como tienes que hacer frente al odio y bla, bla, bla...-

-¿No opinas lo mismo?- Habló por encima del hombro.

-Diablos, no.- Respondió extrañada.

-¿No?- Vaciló.

-No.- Siguió segura. -Emma, te conozco, si has sucumbido a la oscuridad es porque hay una razón.-

La rubia la miró con desconfianza bajando la cabeza y subiendo la mirada.

-Te conozco, me ha llevado su tiempo, pero te conozco. Tu yo bueno sigue ahí dentro...- Dijo como si nada. -Lo que todos piensan es que hay que salvarte de la oscuridad, que todo lo que haces y dices no eres tu, es la oscuridad, eso no va a ayudarte. Eres tu la que decide como actuar.-

La rubia suspiró incrédula.

-Yo confío en ti, pero tu no confías en mi. Ese es el problema.- Sugirió. -Nadie te controla con la daga, la tienes tu. Supongo que te la di en algún momento en Camelot, pero no recordamos nada.-

-No te acuerdas, ¿verdad?- Sonrió por un leve instante antes de volver a mirar con desconfianza.

-¿De qué?-

-No me diste la daga en ningún momento...- Explicó. -Te la quité mientras estabas inconsciente.-

-Escucha, no sé que pasaría en Camelot, pero tienes que confiar en mi.-

-Lo hice, y mira donde estamos.-

-¡No lo recuerdo!- Recordó. -¿Estaba justificado que dejara de confiar en ti?-

Emma se balanceó apoyada en la pared. -Puede...-

-Pues ya está, no recuerdo ni la razón, confía.- Pidió. -Tienes que hablar con tus padres, con ese delineador de ojos que tienes por novio...-

-Tienes razón, están todos hechizados.- Confesó.

-Emily recuerda que la protegieron, pero, ¿qué hay de mi?- Preguntó. -¿Por qué no estoy como ellos?-

-Tu rompiste tu hechizo, eres inmune.-

-¿Inmune?-

-No pueden hechizarte dos veces.- Aclaró. -Fuiste la única que pudo romper el hechizo. Nadie puede hacerte cambiar de idea, nadie salvo tu mismo. Solo puede romperse así o...-

-¿O..?-

-Con un conjuro que requiere de un corazón...-

-No vamos a matar a nadie.- Aseguró. -Encontraremos el modo de que todos lo rompan. ¿Como lo hice yo?-

-No quiero hablar de eso...-

-¿Qué?- Se extrañó. -¿Qué pasó?-

-Nada.- Se paró a si misma, ya había dicho demasiado.

-No tenemos ni idea de lo que pasó en Camelot.- Pidió. -Devuelvenos la memoria o a...Zelena...-

Emma no cambió la mirada, ni se movió, casi ni respiraba.