All magic comes with a price

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Emma y Zelena fueron corriendo y llegaron unos minutos después.

-Ahora podremos estar juntas.- Aseguró Angela. -Ser felices...-

-¡No, yo no lo seré!- Explicó la joven. -Y me cuesta creer que tu puedas serlo sabiendo que yo estoy ahí por obligación. Me has mentido y me has utilizado.-

-Lo he hecho por ti...-

-¡No, lo has hecho por ti! Sin importarte para nada lo que yo pensara...-

-Pues lo siento, pero no puedo pararlo.- Informó la mujer.

Emily se acercó a Regina.

-¡No, esto es muy peligroso!- Advirtió Angela. -El último ingrediente que necesitaba era un sacrificio, si te acercas demasiado te succionará y desaparecerás para siempre.-

-¿Ibas a matarla?- Se enfadó intentando despertarla.

-Lo siento, vale.- Repitió. -Yo solo quería ser feliz junto a ti...-

Regina empezó a despertar.

-¡Ahh!- Un rayo agarró a Angela y quiso cogerla como sacrificio.

-¡Emily!- Regina la apartó para que otra cosa de esas no la alcanzara y ella quedó atrapada.

Emily extendió sus brazos y agarró con una mano a cada una. Las sujetó con su magia.

-¡Esto es culpa mía!- Dijo Angela.

-¡Estoy de acuerdo!- Añadió Regina.

Ambas se quedaban sin fuerzas.

Aquello tiraba fuertemente de ellas.

Emily quería ayudarlas a las dos, pero no era tan fuerte.
Poco a poco fue resbalando y acercándose al epicentro.

-¡Cuidado!- Zelena usó su magia para retener a la niña, pero no era suficiente.

Emma la siguió e hizo lo mismo.

Pero no bastaba.

-¡Lo siento muchísimo!- Repitió Angela. -No hay otra forma de acabar con esto, tiene que morir.-

-¿Por qué tengo que morir yo?- Se sobresaltó Regina. -Emily, sueltanos y corre.-

-No tiene que soltarnos a ambas, el hechizo solo requiere un sacrificio.- Recordó. -¡No voy a dejarla sola!-

-¡No la haré elegir a cual de las dos deja morir!-

-¡No tiene que hacerlo!- Aseguró Angela. -¡Soy su madre!-.

-¡Callaos las dos!- Pidió la joven. -¡No os soltaré a ninguna!-

-¡Tienes que hacerlo!- Afirmó Angela.

-¡No resistiremos mucho!- Informó Emma.

Regina miró a la niña.
-Emily, cuando cuente tres, quiero que sueltes mí mano...-

-¿Qué? ¡No!-

-¡Tienes que hacerlo!- Aseguró. No permitiré que muramos todas.-

-¡No te soltaré!-

-¡Emily!- Llamó la atención Zelena. -Siento admitirlo, pero tiene razón.-

-¡No voy a soltarte, mamá!-

Angela miró, a su hija, arrepentida. -Lo siento. Esto es culpa mía, yo debo pagar el precio de mí insensatez...he obrado con fines egoístas y ya es demasiado tarde para arreglarlo...-

-¿Qué estás haciendo?- Se extrañó Regina.

-Estarás mejor con alguien como ella que te anteponga a su final feliz... Te quiero...-
La mujer hizo que su mano le quemara un instante a la niña y se soltó.

Once Upon A TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora