Once Upon A Time

Warm Hearted

-¿Mamá?- La abrazó con todas sus fuerzas.

Regina le devolvió el abrazo, no tan fuerte debido a que aún estaba recuperando las fuerzas.

-Lo has conseguido...- Sonrió la mujer.

-No mamá.- La corrigió. -Tu lo has conseguido... Me has devuelto la fe en la magia...- Quiso cambiar de tema. -¿Como hemos llegado hasta aquí desde...?-

Zelena y Emma se intercambiaron la mirada.

-¿Qué ocurre?- Se preocupó. Se miró las manos y prestó atención al corazón. -Tendríais que haber conjurado el hechizo... ¿que corazón usasteis...?-

Regina se puso en pie. -El tuyo...-

-¿Que?- Se sorprendió.

-Solo la mitad que estaba dañada por la magia de Glinda.- Añadió Zelena.

-¿Puede alguien vivir con la mitad del corazón?-

Nadie respondió.

-¿A eso te referías, verdad?- Recordó. -Cuando dijiste que se llevaron lo mejor de ti...lo decías literalmente...- Bajó la mirada a su mano. -Tengo dos mitades, de dos corazones diferentes en mi, ¿verdad?-

-No íbamos a ponerte en peligro.- Aseguró Regina.

-Pero no quiero que te pongas a ti tampoco...- Pidió la joven.

Emily le entregó el corazón y la mujer se lo volvió a poner en su sitio.

-Vamos...- Sugirió Regina.

-¿A casa?- Preguntó la niña.

-A casa.-

°°°°°

Emily dejó algo sobre la mesita del pasillo.

-¿Estás bien?- Preguntó Regina desde la otra habitación.

-Claro.- Respondió mirando el ramo de amapolas azules. Se fijó concretamente en la pequeña tarjetita. -¿Quién es Robin?-

-¿Qué?- Regina volvió quitándose los pendientes.

La joven señaló con la mirada.

-Oh.- Vio las flores. -Es...es...Robin...-

-Vaya.- Dijo la chica. -Que gran descripción.- Rió. -¿Es del Bosque Encantado?-

-Si.-

-¿Y qué más?- Preguntó.

-Huele a bosque.- Murmuró sin pensarlo.

-¿A bosque?- Rió.

Regina se arrepintió nada mas decirlo.

-Su nombre es Robin...

-Hood...- Completó la frase.

-¿Robin Hood?- Se extrañó. -¿Del bosque de Sherwood? ¿Robin de Locksley? ¿Robin.., Robin? ¿El que robaba a los ricos para dárselo a los pobres?-

-Supongo que ese libro le quita la magia...- Pensó la mujer. -¿Me lo enseñas?-

Emily sonrió y fue a coger el libro.

°°

La niña se tumbó sobre el lado más amplio del sofá. Era una buena sensación, la de estar en casa por fin.

Regina se sentó a su lado.

-Este fue el momento en el que te fuiste corriendo del bar.- Explicó señalando la imagen.

-¿Qué pasó en Oz?- Preguntó la mujer.

-Cosas malas...- Respondió la niña. -Cosas que hay que arreglar...-