Once Upon A Time

Stay safe

-¿Como va a estar vacío?- Preguntó Regina.

-Hemos ido a comprobarlo y...-

-Te lo dije.- Recordó la niña. -Una vez empieza, ya no hay nada que pueda pararlo.-

-Pero lo guardamos en un lugar seguro.- Aseguró Bella sin dejar de temblar. -Además es solo magia, no puede pensar por si misma ni... No tiene sentido que...-

-Se ha hecho más fuerte...- Pensó la joven.

-¿Y qué podemos hacer?- Preguntó Emma. -Debe haber algún modo de destruir a esa cosa...¿no? Emily, si una vez lograste vencerlo, ¿crees que serías capaz de volver a hacerlo?-

Emily pareció querer responder, pero Regina se metió en medio.

-¡Ni de broma voy a permitir que se acerque a eso!- Replicó.

-Tenemos que encontrar a mí hijo.- Recordó Robin.

-Y lo haremos, pero ella se mantendrá al margen.-

-Pero mamá...-

Regina le lanzó una de sus miradas de "ya me has entendido".

-Vete con ella.- Señaló a Bella.

-No, yo me quedo a ayudaros.- Dijo Bella.

Regina le lanzó otra de sus miradas.

-Vamos, Emily...-

La joven se fue mirando atrás.

-Vaya, si que te tienen miedo.- Rió Emma.

Regina la miró. -Emily no me tiene miedo.- Aseguró.

Rió. -¿Que debemos hacer ahora, mi, mi majestad?-

-... Te crees muy graciosa, ¿verdad?-

-Oh...vamos...- Rió. -¿De qué tienes tanto miedo?-

-De pegarte tal paliza que igual me quedo sin sheriff...- Murmuró.

Emma y Robin se echaron a reír.

-Vamos...- Pero a Regina solo le preocupaba una cosa, les estaban observando.
Miró hacia ambos lados y hacia arriba.

-Oh...venga...- Pidió Emma. -No te enfades... Que sentido del humor...-

Un hombre de chaqueta gris y raída, saltó del árbol.

Emma hizo aparecer una bola de luz sobre su mano, Regina una bola de fuego, y Robin tensó su arco con una flecha.

El hombre abrió una caja que absorbió la magia de las dos mujeres.

-No necesito magia para matarte.- Aseguró Regina desenvainando la eapada de Robin.

-Oh...- Sonrió el hombre cuando la mujer le apuntó con el arma.

-¿Quién eres?- Preguntó Robin.

-Me llamo Oscar.- Sus ojos brillaron verdosos. -Y no me haréis daño...-
Con la magia robada de Emma y Regina, levantó a Robin en el aire.
-O él morirá.-

-Es esa cosa...- Advirtió Emma. -Está dentro de él.-

-... tic-tac...-

Robin forcejeaba en el aire.

-¿Qué es lo que quieres?- Preguntó alterada.

-A ti.- Rió. -Que sueltes esa espada.-

-¡No, Regina!- Gritó Robin. -¡No le hagas caso!-

El hombre le apretó.

-¡Ahg!-

Regina dudó.